Ingredientes:
8 rodajas de congrio por
la parte abierta
200 ml. de aceite de oliva
8 dientes de ajo grandes
Guindillas
Harina
Sal
Cortamos las rodajas en
trozos y les sacamos la espina. Salamos.
Ponemos el aceite en una
sartén y allí freímos los trozos de congrio después de haberlos pasado por
harina.
Los retiramos y el aceite
sobrante lo ponemos en una cazuela de barro, si vemos que es necesario ponemos
un poco más.
Pelamos y laminamos los
ajos, los ponemos a freír a fuego suave, añadimos la guindilla en rodajas y el
congrio. Freímos todo junto durante unos minutos hasta que los ajos empiecen a
tomar color.
Yo lo hice en cazuelas
individuales, después de haber frito el congrio repartí el aceite en cuatro
cazuelas pequeñas y procedemos de la misma forma que en la cazuela grande.
Servimos recién hecho
acompañado de pan crujiente.
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