Generalmente desechamos las pieles de naranjas sin pensar que podemos prepararlas y nos pueden servir para formar parte de nuestros postres o utilizarlas por si solas, confitadas o bañadas de chocolate, resultando un bocado delicioso.
Aunque ya puse la receta de naranjas confitadas, pensaba poner una ampliación con las pieles de naranja, pero finalmente he creído que bien merecían una entrada independiente.
300 grs de piel de naranjas
250 dl. de agua más o menos
1 palito de canela
2 clavos
Aprovechamos la piel de las naranjas utilizadas para zumo.
Las lavamos bien, las ponemos en un recipiente, las cubrimos con agua y las dejamos así hasta el día siguiente. Ponemos un plato encima para que no floten.
Después del remojo, las preparamos como se ve en la foto, retirando la pulpa adherida pero respetando la parte blanca, luego las cortamos en tiras.
Ponemos una olla al fuego con las tiras cubiertas de agua, cuando hierva tiramos el agua; esta operación la repetimos tres veces.
Cuando ya les hemos quitado el amargo, hirviéndolas tres veces, ponemos una olla al fuego con el agua, el azúcar, la canela y los clavos.
Al comenzar a hervir echamos las tiras de piel de naranja.
Si vemos que el agua no las cubre, añadimos más, que las cubra justamente. Por eso en los ingredientes ya indico que no es la cantidad exacta.
Cocinamos a fuego medio hasta que se consuma el agua, más o menos 50 o 60 minutos. Removemos de vez en cuando para que se cocinen todas por un igual y al final de la cocción, que ya apenas queda líquido, removemos constantemente para que no se quemen.
Así, como se ve en la foto es como tienen que quedar finalmente.
Las ponemos a secar sobre una rejilla, puse unas rebozadas en azúcar y otras no.
Las que pasamos por azúcar se secan antes, al día siguiente están bien secas, las otras tardan un poco más, incluso pueden tardar dos días pero si queremos acelerar el proceso podemos meterlas durante 4 o 5 horas en el horno a 50º.
También podemos cubrirlas con chocolate como hicimos en la receta de naranjas confitadas. (Receta aquí)
Si las guardamos en un bote hermético se conservan durante mucho tiempo.