Ingredientes:
1 pollo o 4 cuartos traseros
30 grs. de taquitos de jamón (opcional)
1 cebolla grande
1 pimiento rojo grande
3 dientes de ajo
1 rama de perejil
100 ml. de aceite de oliva
1 vaso de vino blanco
Cúrcuma
Tomillo
Pimienta
Sal
600 grs. de patatitas pequeñas (o grandes troceadas y torneadas)
Cortamos el pollo en trozos grandes, la parte del espinazo la podemos congelar y reservarla para un caldo.
En una olla ponemos el aceite y en él doramos el pollo después de haberlo salpimentado.
Cuando está dorado añadimos la cebolla y el pimiento rojo, cortados en trozos grandes.
Removemos y esperamos a que la cebolla y los pimientos estén medio pochados, entonces añadimos el ajo con el perejil triturados (si preferimos podemos ponerlos en trozos pequeños) y los taquitos de jamón.
Añadimos el vino blanco y un vaso grande de agua, hasta casi cubrir el pollo. Si hiciera falta ponemos más vino y agua (teniendo en cuenta que cuando esté casi hecho vamos a retirar una parte de líquido para hacer las patatas). Echamos la cúrcuma y el tomillo.
Cocinamos a fuego lento durante veinte minutos, cuando pase ese tiempo retiramos la mitad de la salsa a una olla plana. Le damos la vuelta a los trozos de pollo y seguimos cocinando hasta que el pollo esté tierno y la salsa se haya reducido, comprobamos la sal.
Cuando el pollo esté casi listo freímos las patatas en abundante aceite de oliva hasta que estén medio hechas, las retiramos y las echamos en la salsa hirviendo que habíamos retirado para la olla, las salamos y dejamos que acaben de hacerse a fuego lento, dándoles vuelta de vez en cuando y cuidando de que no se peguen ni se rompan. Si preferimos en lugar de frír las patatas las cocemos y cuando estén a punto las incorporamos con el pollo, impregnándolas con la salsa pero con cuidado de no romperlas.
Servimos acompañando al pollo.