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viernes, 29 de noviembre de 2019
Rodaballo con mejillones en salsa
Un sabroso plato para nuestra mesa en el día a día pero también digno de cualquier festividad que celebremos. Aunque hoy lo presentamos con unos mejillones queda insuperable con unas buenas almejas.
Ingredientes:
Un rodaballo de 1,5 kg. en rodajas
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 guindilla (opcional)
4 cucharadas de aceite de oliva
16 mejillones de buena calidad
1 cucharada de pan rallado
½ cucharada de pimentón dulce
Un chorro de vino blanco
1 hoja de laurel
Cocemos la cabeza del rodaballo en medio litro de agua, caldo que aprovecharemos para la salsa.
Los mejillones después de limpios los ponemos al vapor con una hoja de laurel, cuando abran los desconchamos y guardamos el agua que soltaron.
Picamos la cebolla y el ajo y los ponemos a pochar en una sartén con las cuatro cucharadas de aceite
Cuando la cebolla está pochada añadimos el pan rallado, el pimentón y antes de que se queme el chorro de vino, una taza de caldo de pescado y el agua de los mejillones.
Cocinamos unos diez minutos a fuego lento, retiramos la guindilla trituramos la salsa con la batidora de brazo e incorporamos los mejillones.
Hacemos el rodaballo a la plancha, emplatamos y agregamos los mejillones y la salsa. Podemos acompañar con unas patatas fritas.
Y si es de nuestro agrado adornamos con perejil picado.
Saquitos de masa filo rellenos de puerros, champiñones y langostinos
Estos saquitos resultan muy ricos y crujientes para quedar bien como aperitivo en cualquier ocasión.
Aunque hoy los rellené con estos ingredientes lo podemos hacer con cualquier otro guiso que nos agrade.
Ingredientes:
2 láminas de masa filo
1 puerro grande
200 grs. de champiñones
6 langostinos grandes
3 cucharadas de aceite de oliva
60 grs. de mantequilla derretida
1/2 cucharadita de ajo en polvo
Un chorrito de vino blanco
Sal
Pimienta molida
En una sartén ponemos el aceite con el puerro bien picadito, cuando esté pochado añadimos los champiñones en trozos pequeños, añadimos el vino blanco, la pimienta, el ajo en polvo y la sal. Mantenemos a fuego lento hasta que se haya evaporado todo el líquido. Añadimos los langostinos pelados y troceados y cocinamos un par de minutos más. Reservamos.
Extendemos una lámina de masa filo, la pintamos con mantequilla y colocamos otra encima. La cortamos en cuadrados de más o menos diez cm. de lado. Hay que tener especial cuidado con la masa porque se seca rápidamente, en caso de que vayamos lentos es mejor tapar con un paño húmedo los trozos que no estemos trabajando.
Ponemos una porción de guiso en cada cuadrado y lo atamos con una tira que habremos sacado de las hojas exteriores del puerro.
Horneamos en el horno precalentado a 180º hasta que estén dorados.
lunes, 25 de noviembre de 2019
Tiburones guisados, adaptados para dieta renal
Ingredientes para cuatro raciones:
1 carcasa y espinazo de pollo
20 grs. de jamón serrano poco salado en taquitos pequeños
250 grs de pechuga de pollo cortada en trozos
½ cebolla preparada para esta dieta (receta aquí)
1 diente de ajo
200 grs. de pimientos adaptados a la dieta (receta aquí)
5 cucharadas de aceite de oliva
1 l. de caldo de pollo
300 grs. de tiburones (podemos poner macarrones u otra pasta)
Un chorrito de vino blanco
Pimienta blanca
Ponemos dos litros de agua al fuego con la carcasa de pollo, cocinamos más o menos una hora a fuego lento, desengrasamos lo máximo posible y colamos. Reservamos.
En una olla ponemos el aceite y en el doramos el jamón serrano y el pollo; añadimos la cebolla y el ajo picado, cocinamos cinco minutos a fuego lento, incorporamos los pimientos picados, cuando se pasen un poco añadimos el tomate troceado.
Cocinamos un par de minutos más y añadimos la pimienta y el chorro de vino blanco .
Cubrimos con el caldo y cuando hierva echamos la pasta. Cocinamos hasta que esté a nuestro gusto tanto de cocción como de caldosos, por lo que si nos parece podemos añadir algo más de caldo. A mí me gustan bastante cocinados y muy poquito caldosos.
Procedimientos para facilitar la cocina en la dieta de enfermedad renal
Para ello para reducir una parte de potasio debemos recurrir a determinados procedimientos, como el remojo y la doble cocción, cuando queremos consumir vegetales.
En esta entrada voy a poner los procedimientos que yo utilizo por si le pueden servir a alguien para que resulte más práctico a la hora de preparar ciertos platos.
Sacamos a los puerros la parte más verde y dura, los lavamos bien y los troceamos. Los ponemos a remojo cuatro horas cambiando el agua tres o cuatro veces. Los escurrimos bien e introducimos en una bolsa grande cuidando que queden estirados y formando una capa fina. Los congelamos y cuando ya estén duros los golpeamos para que se desmoronen, los volvemos a meter en la bolsa y ya quedan listos para retirar los que necesitemos en cada ocasión.
Aquí las tenemos listas para meter en el congelador:
Remojamos el brócoli durante 24 horas cambiando cuatro o cinco veces el agua, lo ponemos a hervir en agua fría, dejamos cocinar cinco minutos, lo escurrimos, dejamos enfriar y congelamos en una bolsa poco apretado para que cuando esté congelado podamos tomar la porción deseada.
Trituramos dos cebollas con tres dientes de ajo, lo ponemos a remojo en un bol con agua durante cuatro horas, de vez en cuando lo escurrimos sobre un colador, las volvemos al bol y le ponemos agua nueva, así varias veces. Las escurrimos finalmente, con una cuchara prensamos sobre el colador para retirar toda el agua posible. La metemos en una bolsa aplastándola para que quede una capa fina. La congelamos y cuando está dura rompemos la lámina en trozos y vamos cogiendo a medida que vamos necesitando.
Si queremos cortarla más menuda la podemos meter así congelada en la picadora que en unos segundos la pica del tamaño que deseemos.
Las judías verdes las preparo en trozos no muy grandes y las pongo a remojar 24 horas cambiando el agua varias veces. las pongo en agua fría al fuego y las dejo hervir diez minutos, las escurro, las dejo enfriar y las congelo en una bolsa amplia, de manera que queden extendidas, cuando están congeladas las desmorono y ya quedan listas y sueltas para utilizar en la ocasión deseada.
Compro pimientos rojos, que sean de carne gruesa y pesada, los corto en tiras anchas, los remojo 12 horas, cambiando varias veces el agua, los pongo al fuego en una olla con agua fría. Cuando hierven los dejo cocer más o menos diez minutos, los escurro, dejo que enfríen un poco y les retiro la piel.
Cuando esté frío lo envasamos, metemos al congelador y lo tenemos listo para ponerlo a cocinar en la ocasión deseada.
El tomate es uno de los vegetales más problemáticos, por eso es mejor consumir poca cantidad y en conserva, pero debe ser entero, no triturado ni frito. Como aunque compremos un bote pequeño nos va a resultar demasiado para utilizarlo en una sola vez, debemos desechar el líquido, enjuagar cada tomate, usar el que necesitemos y el resto los envolvemos de uno en uno en papel film y también los congelamos.
Es preferible comprar los guisantes congelados pero de todos modos yo los pongo a cocer en agua fría y cuando están tiernos los escurro, dejo enfriar y los vuelvo a congelar en una bolsa, formando una capa fina, poco apretados para que no formen bloque; al endurecer los desmorono y guardo de nuevo en la bolsa. Así quedarán sueltos y puedo coger los necesarios en cualquier momento.
La zanahoria la cortamos en trozos pequeños, la remojamos 24 horas cambiando varias aguas, la ponemos a cocinar en agua fría, cuando hierva la dejamos cocer unos cinco minutos y la pasamos a otra olla que tendremos con agua hirviendo, cocinamos hasta que esté tierna. La escurrimos.
Dejamos enfriar y congelamos en una bolsa, aplanándola y procurando que no quede muy apretada.
Cuando se congele la golpeamos para que se desmorone y así guardarla de manera que nos sea cómodo ir tomando las porciones deseadas.
Los pimientos verdes, ya sean italianos o blancos, como los de la fotografía, les saco el tallo con las semillas, los lavo por dentro y por fuera, dejo en remojo cuatro horas cambiando el agua varias veces, luego los pongo en una olla con agua fría, les doy un hervor, escurro y dejo enfriar.
Cuando están fríos los congelo y están listos para freír así enteros o para cortarlos y añadir a otros platos.
Separamos la coliflor en ramilletes no muy grandes, la remojamos 24 horas cambiando varias veces el agua. La ponemos en una olla con agua fría, la llevamos a ebullición y mantenemos diez minutos al fuego.
jueves, 21 de noviembre de 2019
Torrijas adaptadas a la dieta para enfermos renales
Ingredientes:
Pan sin sal del día anterior
Leche
Agua
Azúcar
Aceite para freír
Canela en polvo y en rama
No pongo cantidades pero si las proporciones adecuadas.
Con un cuchillo de sierra cortamos el pan en rebanadas de más o menos 3 cm. de grosor.
Mezclaremos la leche con el agua, una parte de leche por dos de agua.
La ponemos al fuego con una cucharada de azúcar por cada 150 ml. de mezcla y un palito de canela para aromatizarla.
Cuando hierva la retiramos, dejamos enfriar y vamos remojando las rebanadas de pan hasta que estén empapadas.
A continuación las pasamos por huevo batido y las freímos en aceite caliente, las retiramos sobre un papel de cocina y las espolvoreamos de azúcar y canela molida.
miércoles, 20 de noviembre de 2019
Natillas adaptadas a la dieta para enfermedad renal
Ingredientes:
400 ml. de leche semidesnatada
350 ml. de agua
30 grs. de Maizena u otro almidón de maíz
2 claras de huevo
1 yema de huevo
90 grs. de azúcar
1 cucharada de azúcar vainillado
Piel de limón
Canela en polvo (opcional)
Mezclamos la leche con el agua, retiramos media taza y el resto la ponemos a hervir con el azúcar, la piel de limón y el azúcar vainillado.
En un recipiente apropiado mezclamos la leche reservada, las claras, la yema y la Maizena, batimos con la batidora de brazo hasta que no haya grumos y echamos en la leche que teníamos al fuego, removemos constantemente hasta que hierva y se espese.
Repartimos en seis recipientes y si es de nuestro gusto espolvoreamos de canela.
Si queremos hacer unas natillas rápidas ponemos esa misma cantidad de leche y agua, 100 grs. de azúcar, una cucharada colmada de Maizena y un paquete de flanín El Niño o Potax. Mezclamos bien el azúcar con el flanín y la maizena, añadimos una poca de leche o agua de la que ya preparamos para la receta, diluimos bien hasta que no quede ningún grumo. Ponemos el resto de leche y agua al fuego, cuando hierva añadimos el preparado sin dejar de remover hasta que espese bien.
Hígado de cordero empanado
Aunque la casquería no goza de tanta aceptación como antiguamente, tanto por el cambio de los gustos como por su fama de poco saludable, aún quedan muchos lugares que se siguen ciñendo a las recetas tradicionales y no dejan de tener sus adeptos.
Así queda exquisito el hígado de cordero: tierno y sabroso, pero si preferimos o no disponemos de él en ese momento, en su lugar podemos utilizar el de cerdo o ternera.
Ingredientes:
4 filetes de hígado
2 dientes de ajo
Una rama de perejil
Sal gruesa
Pan rallado
Aceite de oliva para freír
Adobamos los filetes con el ajo triturado, el perejil picado y sal gruesa, una media hora antes de freírlos.
Los pasamos por pan rallado y los freímos en aceite no demasiado caliente para que se doren y al mismo tiempo se pasen por dentro.
Servimos inmediatamente. Hoy los acompañé de arroz blanco y pimientos fritos.
martes, 19 de noviembre de 2019
All i pebre de congrio
La receta all i pebre procede de la cocina valenciana, se acostumbra a hacer con anguilas, que antiguamente abundaban en la zona de la Albufera, y aunque hoy en día ya son más escasas se puede recurrir a las de piscifactoría.
La receta varía ligeramente de unos cocineros a otros pero lo que nunca puede faltar es el ajo y el pimentón que son los que le dan el nombre al guiso.
Aunque como ya mencioné anteriormente el pescado idóneo es la anguila, yo, ante la dificultad para conseguirla en mi zona, utilicé congrio que es el más similar, aunque también podemos emplear otros pescados.
Ingredientes:
1 kg. de congrio por la parte abierta
4 dientes de ajo, chafados y sin pelar
1 cucharada de pimentón dulce
100 ml. de aceite de oliva
12 almendras
4 patatas medianas
2 guindillas
En un recipiente, preferiblemente de barro, ponemos el aceite, cuando esté caliente incorporamos los ajos y las guindillas, los doramos ligeramente sin dejar que se quemen y los retiramos.
En ese mismo aceite procurando que no esté muy caliente ponemos el pimentón e inmediatamente añadimos un vaso de agua. Añadimos las patatas chascadas en trozos no muy grandes, ponemos algo más de agua caliente hasta que casi las cubra. Salamos.
Cocinamos diez minutos e incorporamos el congrio, cortado en rodajas y salado.
Aparte majamos los ajos con las almendras y los echamos al guiso. Cocinamos hasta que el congrio y las patatas estén en su punto.
Podemos optar por hacer el all i pebre con patatas o sin ellas, si lo hacemos sin patatas pondremos menos agua y freiremos una rebanada de pan que majaremos junto a las almendras y los ajos, para que espese la salsa. Con patatas ya no es necesario el pan pues la salsa se espesa con el almidón de éstas.
sábado, 16 de noviembre de 2019
Rodajas de berenjenas con picadillo de verduras al horno
Una receta sana y sabrosa que podemos servir como guarnición o como primer plato.
Ingredientes:
1 berenjena grande
1 cebolla grande
½ pimiento rojo
1 tomate grande
2 dientes de ajo
2 cucharadas de alcaparras
4 cucharadas de aceite
Orégano al gusto
Sal
Lavamos la berenjena y la cortamos en rodajas finas, las dejamos un rato en agua con sal.
Picamos la cebolla y el pimiento, lo pochamos en 4 cucharadas de aceite. Añadimos el tomate pelado y en trocitos pequeños, las alcaparras, los ajos muy picaditos, la sal y el orégano. Cocinamos un par de minutos más.
Escurrimos las berenjenas, las secamos y salamos.
Untamos con aceite un recipiente para horno y colocamos en capas la mitad de las rodajas de berenjena, ponemos una capa de sofrito y colocamos encima el resto de las rodajas, volvemos a cubrir con lo que nos quedó del sofrito y espolvoreamos de pan rallado.
Llevamos al horno que estará precalentado a 200º. En más o menos cuarenta minutos dependiendo de cada horno estarán listas para servir.
Si vemos que ya están doradas por arriba pero las berenjenas no están blandas las tapamos con un papel de aluminio.
miércoles, 13 de noviembre de 2019
Croquetas de pollo para dieta de enfermedad renal
Ingredientes:
Caldo:
2 l. de agua
2 carcasas de pollo
200 grs. de pechuga de pollo
Bechamel:
½ cebolla mediana
1 diente de ajo
90 ml. de aceite de oliva
90 grs. de harina de trigo
700 ml. de caldo de pollo
200 ml. de leche semidesnatada
Pimienta blanca y nuez moscada al gusto
Aceite para freír
Con estos ingredientes salen seis raciones de aproximadamente ocho croquetas cada una, dependiendo del tamaño.
Al menos cuatro horas antes trituramos la cebolla con el diente de ajo. Lo dejamos a remojo en agua y la cambiamos dos o tres veces. Escurrimos bien sobre un colador, presionando con una cuchara para retirar toda el agua posible y reservamos.
Ponemos al fuego una olla con dos litros de agua, las carcasas de pollo y la pechuga. Cocinamos aproximadamente una hora. Colamos el caldo, dejamos reposar unos minutos y cuando la grasa esté en la superficie retiramos toda la que nos sea posible.
De ese caldo apartamos setecientos ml. para las croquetas y el que nos sobre lo guardamos para cualquier otra preparación, si no lo vamos a utilizar en ese momento podemos congelarlo.
Desmenuzamos la pechuga de pollo.
Ponemos el aceite en la sartén con la cebolla y pochamos a fuego lento hasta que se haya ablandado, añadimos la harina y cocinamos removiendo durante un par de minutos para que pierda el sabor a crudo. Añadimos el caldo y removemos enérgicamente con un batidor para que no forme grumos, incorporamos la leche y las especias. Seguimos cocinando removiendo con el batidor hasta que hierva y se espese, a partir de ese momento añadimos el pollo desmenuzado, mantenemos cinco minutos más al fuego sin dejar de remover.
Volcamos en un recipiente, dejamos enfriar y reservamos en la nevera hasta el día siguiente.
Formamos las croquetas pasándolas por huevo y pan rallado.
Freímos en un cacillo con abundante aceite bien caliente hasta que estén doradas.
Si preferimos podemos hacerlas de jamón sustituyendo la pechuga de pollo por una loncha de cien grs. de jamón serrano cortado en daditos muy pequeños. Antes de cortarlo lo pondremos un rato a desalar para retirarle parte de la sal. En ese caso no le pondremos cebolla ni ajo a la bechamel, simplemente freiremos ligeramente el jamón en el aceite, añadimos la harina, la cocinamos un par de minutos, añadimos el caldo y la leche y procedemos como en las de pollo.
martes, 12 de noviembre de 2019
Tortitas de garbanzos cocidos
Estas tortitas además de ser un plato vegano, consumido en solitario, es adecuado para la dieta de los enfermos renales, para ello hemos utilizado las normas necesarias que debemos aplicar a las verduras para reducir su aporte de potasio: remojo y doble cocción.
Podemos servirlas como guarnición o como plato independiente, en este último caso podemos acompañar con una ensalada y con alguna salsa como puede ser una mayonesa o una de yogur.
La cebolla la trituramos con el ajo y dejamos a remojo al menos durante cuatro horas cambiando varias veces el agua.
Los pimientos después de remojados cortados en tiras gruesas durante 24 horas los ponemos a cocer en abundante agua fría unos diez o quince minutos, los retiramos, dejamos enfriar y los pelamos.
Remojamos los garbanzos 24 horas cambiándoles el agua tres o cuatro veces, los ponemos en una olla con abundante agua fría al fuego, al mismo tiempo ponemos al fuego también una segunda olla. Cocinamos los garbanzos diez minutos y los pasamos a la segunda olla que ya debe tener el agua hirviendo para que los garbanzos no se encallen y no queden duros. Cocinamos hasta que estén cocidos.
Ingredientes:
300 grs. de garbanzos cocidos
80 grs. de pimiento rojo después de escaldado y pelado
½ cebolla
2 dientes de ajo
Una ramita de perejil
1 cucharada de zumo de limón
Pimienta blanca
Cominos (opcional)
Sal
50 ml. de aceite de oliva
Pan rallado
Ponemos en una sartén el aceite con la cebolla, el ajo y los pimientos troceados. Pochamos lentamente.
En un recipiente echamos los garbanzos cocidos, el zumo de limón, la cebolla y pimientos que habíamos pochado, las especias y la sal. Trituramos e incorporamos el perejil picado.
Con las manos y ayudándonos de pan rallado, ya que queda una masa bastante blanda, vamos formando las tortitas.
Las hacemos lentamente a la plancha hasta que estén doradas, para darles vuelta nos ayudaremos de una espátula o algo similar para que no se nos rompan.