La torta larpeira es una de las más emblemáticas de la cocina gallega. Larpeira en gallego significa golosa.
Ingredientes:
Masa
450 grs de harina de fuerza
110 ml. de leche
2 huevos
50 grs. de manteca de vaca o mantequilla
25 grs. de levadura fresca
½ cucharadita de sal
30 grs. de azúcar
2 cucharadas de azúcar invertido
Un chorro de anís
Crema pastelera rápida
200 ml. de leche
2 huevos
50 grs. de azúcar
25 grs. de Maizena
Piel de limón
Almíbar
150 grs de azúcar
150 ml. de agua
Un chorro de anís (opcional)
Dos cucharadas de azúcar ligeramente humedecido con agua.
Yo amasé todo con la amasadora, es una masa bastante pegajosa pero no se debe aumentar la cantidad de harina para obtener unos resultados óptimos.
Ponemos la harina en el recipiente de la amasadora, añadimos los huevos, a un lado colocamos la sal y añadimos la manteca de vaca a temperatura ambiente, el azúcar, el anís, el azúcar invertido y la leche tibia con la levadura disuelta en ella.
Amasamos durante diez minutos, tapamos con un paño y dejamos levar hasta que doble su volumen.
Si no tenemos amasadora podemos hacerlo a mano pero es una masa muy pegajosa.
Como es una masa pegajosa podemos ayudarnos a manejarla untando las manos con aceite.
Con un cuchillo bien afilado le hacemos unos cortes formando rombos y dejamos levar nuevamente tapado hasta que vuelva a aumentar considerablemente su volumen, entre dos y tres horas.
Si queremos acelerar el proceso podemos colocar la bandeja dentro del horno apagado que habremos calentado a 50º.
Mientras se realizan los levados preparamos la crema pastelera poniendo todos los ingredientes, menos la piel de limón, en un recipiente, les pasamos la batidora de brazo y lo ponemos en el microondas a máxima potencia hasta que hierva, teniendo en cuenta de que en cuanto se haya calentado un poco tenemos que remover más o menos de quince en quince segundos para que se vaya espesando uniformemente y sin grumos. Cuando esté a medio hacer le ponemos la piel de limón y se la retiramos cuando esté fría.
Cuando esté la masa lista para hornear, marcamos de nuevo las líneas que ya habíamos realizado anteriormente, que seguramente se habrán atenuado, y con una manga pastelera colocamos en ellas la crema que ya estará fría.
En los rombos disponemos montoncitos del azúcar humedecido.
Horneamos a 180º durante más o menos veinticinco minutos, controlando hacia el final de vez en cuando ya que el tiempo podrá variar dependiendo de cada horno.
Preparamos el almíbar poniendo al fuego el azúcar con el agua y el chorro de anís si es que decidimos ponerlo. Cuando hierva lo retiramos pues no queremos un almíbar espeso.
Sacamos del horno y regamos con el almíbar todavía caliente para que penetre mejor.
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