Esta tarta de manzana es un clásico de la cocina francesa.
Su peculiaridad es que las manzanas van caramelizadas y se realiza colocando la masa por encima de éstas, aunque luego al desmoldarla quedan por debajo.
La receta original se elabora con masa quebrada, pero la podemos sustituir por hojaldre.
Podemos utilizar cualquier tipo de manzana pero las idóneas son las Golden.
Se suele comer templada o fría y muchas veces acompañada de nata o helado, aunque no es necesario ya que la tarta por si sola ya es bastante dulce y jugosa.
Ingredientes:
150 grs. de azúcar
80 grs. de mantequilla
1,2 kg. de manzanas Golden
1 lámina redonda de masa quebrada o de hojaldre
La masa de hojaldre o la quebrada la podemos hacer nosotros pero para mayor comodidad se puede comprar ya hecha.
Hoy para la tarta utilicé hojaldre.
Ponemos en un recipiente que pueda ir al horno la mantequilla en trozos pequeños con el azúcar, a fuego lento y removiendo hasta que el azúcar esté bien disuelto y se haga caramelo, no demasiado oscuro ya que sabría a quemado.
Pelamos las manzanas y las cortamos en porciones.
Vamos colocando los trozos de manzana con la parte curva hacia abajo y poniéndolos bien apretados, incluso alguno superpuestos ya que luego al cocinarse merman y quedan huecos.
Horneamos a 180º durante más o menos media hora, hasta que la manzana comience a estar tierna. La retiramos del horno y aprovechamos para colocar bien la manzana rellenando, con los trozos que habíamos colocado sobrepuestos, los huecos que se hayan formado al hornearla.
Cubrimos con la masa doblando los bordes hacia arriba, la pinchamos con un tenedor para que respire.
Horneamos a 180º hasta que la masa esté dorada.
Esperamos a que pierda algo de calor y desmoldamos aún caliente, ya que si se enfría por completo el caramelo sería más difícil desmoldarla. Le damos la vuelta sobre un recipiente de mayor diámetro que el molde para evitar quemarnos si se cae algo del jugo.
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