A la plancha
Las mollejas de ternera son un bocado exquisito que admiten múltiples preparaciones, salteadas, a la parrilla, guisadas, encebolladas, a la plancha, rebozadas…
No son para comer demasiado a menudo por su alto contenido en colesterol y purinas, pero de vez en cuando podemos permitirnos el capricho.
Rebozadas
Primeramente procederemos a preparar las mollejas y cuando estén listas solamente nos queda pasarlas por harina y huevo batido y freírlas, o ponerlas a la plancha y acompañarlas de una guarnición, yo hoy puse unas patatas cajún y unas chalotas confitadas.
Las ponemos en agua fría durante un par de horas; si no lo hizo el carnicero les retiramos la mayor parte de las telillas que las recubren y la ponemos a cocer durante veinte minutos.
Les quitamos la grasa, pieles y venas que les pudiesen quedar y las ponemos a enfriar cubiertas con un paño y con un peso encima para que se prensen y guarden mejor la forma.
Cuando estén frías las cortamos según sea la preparación que les vamos a dar.
Yo las corté en filetes para poner a la plancha y en trozos para rebozar.
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