Hoy presentamos dos cremas muy diferentes elaboradas con los mismos ingredientes. La única diferencia entre ellas es que una la montamos cuando está bien fría y en la otra no montamos la nata y le añadimos una cucharada de mantequilla para que adquiera más brillo.
Nos sirven para enriquecer múltiples postres, acompañar frutas, rellenar tartas o simplemente como un dip dulce en el que podremos mojar galletas o bizcochos.
Ingredientes:
6 cucharadas de azúcar
400 ml. de nata para montar
2 cucharadas de agua
En la foto anterior la acompañamos de unos discos de bizcocho.
Ponemos al fuego una sartén con el azúcar y el agua. Mantenemos a fuego lento, sin remover hasta que el azúcar se haga caramelo, cuando tenga un bonito color dorado sin que llegue a quemarse, pues amargaría, añadimos la nata y cocinamos a fuego suave hasta que el caramelo se disuelva por completo. Dejamos enfriar y guardamos en la nevera durante unas horas, mejor hasta el día siguiente para que esté bien fría.
La montamos como si fuese una nata normal y ya la podemos utilizar o guardar para otro momento.
Crema de toffe
Ahora que si queremos hacer una crema de toffe, cuando está el caramelo dorado a nuestro gusto, sin dejar que se queme, añadimos la nata y cocinamos todo junto removiendo hasta que se disuelva el caramelo y quede una crema fina y ligeramente espesa, al enfriarse espesa más. Le ponemos una cucharada de mantequilla, mezclamos bien, la dejamos enfriar y la guardamos en el frigorífico hasta que vayamos a utilizarla.
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