Generalmente, con algunas excepciones, las cantidades son para cuatro personas.

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jueves, 27 de octubre de 2022

Costilla de cerdo estofada


Ingredientes:
1,5 kg. de costilla de cerdo carnosa
1 pimiento rojo grande
1 cebolla grande
4 dientes de ajo
Una rama de perejil
200 ml. de aceite de oliva
Un vaso grande de vino blanco
Sal
Pimienta
750 grs. de patatas pequeñas, o grandes torneadas

Ponemos una olla amplia al fuego con el aceite. Cuando empiece a estar caliente vamos dorando la costilla cortada en trozos grandes. Añadimos la cebolla cortada en cinco o seis trozos y el pimiento en tiras anchas. Sofreímos durante unos minutos e incorporamos el ajo y perejil triturados, la sal y la pimienta.
Damos un par de vueltas y regamos con el vino y dos vasos de agua.
Cocinamos a fuego lento hasta que la costilla esté tierna, si hiciese falta durante ese proceso añadimos más agua y vino, retiramos la mayor parte de la salsa a una olla ancha y dejamos que la costilla siga reduciendo el líquido hasta que se quede solamente el aceite, sin perderla de vista, dejamos que la costilla se dore un poco en ese aceite dándole la vuelta para que se haga igual por los dos lados.
Mientras se está acabando de hacer la costilla freímos a fuego medio las patatas en una sartén con abundante aceite, cuando se empiecen a dorar las escurrimos del aceite y las echamos en la olla con la salsa reservada, que debe estar hirviendo, ponemos algo de azafrán o colorante, removemos y dejamos cocinar tapadas a fuego muy suave hasta que estén en su punto de cocción.
Servimos la costilla acompañada de las patatas, los pimientos y la cebolla.

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martes, 25 de octubre de 2022

Feijoada

La feijoada es el plato nacional brasileño, aunque también se hace en Portugal con ligeras variaciones.

Ingredientes:

500 grs. de frijoles negros
250 grs. de costilla de cerdo
250 grs. de carne magra de cerdo
150 grs. de panceta salada
1 chorizo criollo
1 cebolla mediana
3 dientes de ajo
1 trozo de pimiento rojo
1 tomate mediano
4 cucharadas de aceite de oliva
2 hojas de laurel

Se sirve acompañada de arroz blanco. En la siguiente foto también le pusimos naranja y farofa.

Podemos utilizar una olla normal o la olla a presión que reducirá mucho tiempo de cocción. Yo opté por la olla rápida.
Los frijoles los pondremos a remojo la noche anterior, los lavamos en una primera agua, la desechamos y añadimos agua limpia en la que ya quedarán hasta el día siguiente.
En una sartén grande con las cuatro cucharadas de aceite freímos los ajos picados, la costilla, la carne magra, el chorizo  y la panceta. Cuando estén ligeramente dorados añadimos la cebolla y el pimiento picados, rehogamos unos minutos e incorporamos el tomate pelado y cortado en trozos pequeños.
Volcamos el contenido de la sartén en la olla, incorporamos los frijoles remojados y cubrimos con parte del agua del remojo, si es en la olla rápida que el agua sobrepase como dos dedos a los frijoles y la carne, ya que en esa olla no se evapora el líquido. Si la hacemos en la olla normal tendremos que poner más agua, de momento cubrimos y vamos añadiendo durante la cocción la que nos vaya haciendo falta.
Cocinamos durante veinte minutos en olla a presión (si les falta algo de cocción les damos algo más de tiempo con la olla destapada) y más o menos una hora y media en olla normal.
Este plato mejora dejando un tiempo desde que se cocina hasta que se consume, si puede ser está mejor si lo cocinamos con varias horas de antelación o mejor de un día para otro.


 

Además de arroz se suele acompañar de naranja, farofa, vinagreta, kale...
 




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miércoles, 19 de octubre de 2022

Caldo blanco

Este caldo me trae unos entrañables recuerdos de mi niñez.
En casa de mis bisabuelos, una mañana que fuimos a visitarlos a la aldea en la que vivían, de la que procedía mi abuelo materno, estaban desayunando un rico caldo al que llamaban caldo blanco, aunque como blanco, blanco no es... Me imagino que el nombre sería porque no llevaba nada de verdura, solamente patatas y un substancioso refrito.
En mi casa también recuerdo haberlo comido alguna que otra vez pero el que conservo nítido  en mi memoria es el de la casa de mis bisabuelos.
Nunca lo vi en ningún otro lugar, hoy haciendo un homenaje a ellos lo pongo en mi blog, porque aparte de recordarlos está francamente rico.

Además, si de repente nos apetece algo caliente que nos entone el cuerpo en un determinado momento, lo podemos hacer en muy poco tiempo con ingredientes que siempre tenemos en casa.

Ingredientes:
1,2 kg. de patatas gallegas Kennebec
2 litros de agua
1 cebolla mediana
3 dientes de ajo grandes
4 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadita de postre colmada de pimentón
Un trozo de unto, más o menos como una nuez y media
Sal
 
 
Ponemos una olla con el agua al fuego, añadimos las patatas chascándolas en trozos pequeños, salamos.
Mientras se cuecen las patatas en una sartén con las cuatro cucharadas de aceite y el unto ponemos a pochar a fuego suave la cebolla y el ajo cortados muy menuditos. Cuando estén blandos retiramos el unto que ya se habrá derretido y añadimos el pimentón, rápidamente antes de que se queme volcamos el refrito sobre la olla con las patatas.
Cocinamos hasta que las patatas estén tiernas y empiecen a deshacerse, espesando ligeramente el caldo.
Dejamos reposar cinco minutos y está listo para llevar a la mesa.
Es sumamente importante que las patatas sean de buena calidad, ya que si no lo son, no quedaría un buen caldo.

Con esas cantidades para mí está perfecto pero podemos ajustarlas a nuestro gusto: si lo preferimos más o menos espeso, si con una parte de pimentón picante, con más o menos ajo o cebolla, sin unto si no lo tenemos…

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martes, 11 de octubre de 2022

Noodles con verduras y solomillo

Últimamente las comidas asiáticas están triunfando en nuestro país, proliferando los restaurantes de este tipo de cocina.
Hoy en día, no es como antes que no se conseguían fácilmente algunos ingredientes, pero actualmente los encontramos en casi todos los supermercados, por lo que podemos degustar un montón de platos en nuestras casas, sin tener que recurrir a los restaurantes.
Aunque hoy preparamos un plato de noodles con unas determinadas verduras y solomillo, lo mismo lo podemos hacer con otros ingredientes, verduras de nuestra preferencia o disponibilidad y diferentes carnes o mariscos.


 Ingredientes:
400 grs. de solomillo (cerdo, pollo o ternera)
1 pimiento rojo grande en tiritas
1 cebolla grande finamente picada
2 zanahorias en daditos
100 grs. de brotes de soja
100 ml. de aceite de girasol
3 cucharadas de salsa de soja
3 cucharadas de salsa de ostras
250 grs. de noodles (fideos chinos de arroz)
Sal
 

 

 

La carne la cortamos en daditos y la aliñamos con una cucharada de salsa de soja.

Ponemos el aceite en un wok (si no tenemos podemos utilizar una sartén), cuando esté caliente incorporamos la cebolla, los pimientos y la zanahoria. Cocinamos a fuego medio removiendo constantemente.


Cuando estén blandos añadimos las otras dos cucharadas de la salsa de soja, subimos el fuego y añadimos los brotes de soja y la carne.

Cocinamos a fuego fuerte dos o tres minutos, incorporamos la salsa de ostras, removemos y cocinamos un minuto más. Reservamos.

Ponemos una olla al fuego con dos litros de agua ligeramente salada, cuando hierva la retiramos e introducimos los fideos el tiempo que indica el fabricante, en los míos aconsejaba cuatro minutos. Escurrimos.

Si ya tenemos las verduras con la carne a punto, y estamos listos para comerlos, los mezclamos en ese momento. Pero si no es así los pasamos por agua fría, los escurrimos y les ponemos algo de aceite suave para que no se peguen. En ese caso antes de llevarlos a la mesa mezclamos con las verduras y cocinamos a fuego fuerte, removiendo de vez en cuando hasta que estén calientes.

Servimos de inmediato.

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lunes, 3 de octubre de 2022

Seta Sparassis crispa o seta coliflor - Recetas


La Sparassis crispa empieza a aparecer en nuestros bosques a finales de verano.
Su forma  nos recuerda a una coliflor de ahí que se la denomine con ese nombre. Estas setas llegan a alcanzar grandes tamaños, h
ay ejemplares que llegan a pesar cuatro y cinco kilos.
Su mejor momento de consumo es cuando son jóvenes, que es cuando están tiernas, al ir envejeciendo se vuelven más correosas e indigestas.
Su sabor nos recuerda ligeramente al de los frutos secos.
Si la queremos conservar un buen método es secarla ya que el congelado no es muy recomendable.
La podemos encontrar en los bosques de pinos y otras coníferas, pegadas a los troncos, sobre las raíces o en la tierra de los alrededores.


Cuando vamos a cocinar una de estas setas hay que limpiarla escrupulosamente ya que puede tener tierra, hierbas, insectos, hojas… entre sus ramilletes, por lo que es necesario lavarla muy bien antes de hacer alguna preparación. 

 


 

Como generalmente son grandes, si no la vamos a utilizar toda, para conservar el sobrante podemos darle un ligero salteado en una sartén con aceite bien caliente, poniendo poca cantidad de cada vez, fuego fuerte y removiendo continuamente, en un par de minutos está lista para guardar en la nevera en cuanto se enfríe.
 
 

En la siguiente foto la presentamos salteada con gambas al ajillo.
Cortamos varios dientes de ajo en láminas, los doramos en un poco de aceite, cuando se empiecen a dorar añadimos las setas y la guindilla, removemos un par de minutos a fuego fuerte, añadimos las gambas, salamos, salteamos todo junto un par de minutos y servimos recién hechas.


Aquí hicimos una especie de callos de monte.
Ponemos un poco de aceite en una olla, en el freímos ligeramente unos taquitos de jamón, añadimos una cucharada de harina y la cocinamos sin quemarla durante un minuto, más o menos, echamos una cucharadita de pimentón dulce o picante, según nuestro gusto, y rápidamente antes de que se queme ponemos caldo de carne que habremos hecho previamente.
Cuando empiece a hervir incorporamos las setas troceadas, unas rodajas de chorizo, ajo triturado con perejil y cominos al gusto.
Cocinamos unos quince o veinte minutos y ponemos unos garbanzos, que pueden ser en conserva o cocidos en el propio caldo que realizamos con anterioridad.
Yo como cuando hice el caldo también puse morro de cerdo, lo corté en trozos y lo añadí al guiso, pero no es necesario.
No puse sal ya que el caldo ya tenía y los taquitos de jamón también aportaron.

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