Una
lámina de hojaldre rectangular
Morcilla
de Burgos
Tomates
secos
Queso
en lonchas (yo, manchego semicurado)
Sal
Aceite
Unas
tres o cuatro horas antes pondremos los
tomates a hidratar en un recipiente con agua. Los picamos en trozos pequeños y
los pochamos en una sartén con un chorrito de aceite; les ponemos sal y
pimienta.
Cortamos el hojaldre en cuadrados, luego les damos unos cortes en diagonal en las esquinas, sin llegar al centro; ponemos una capita de tomates, una lonchita de morcilla sin la piel y por último cubrimos con un trocito de queso. Volteamos hacia el centro una parte de cada triángulo que formamos en el hojaldre según se ve en la foto, pintamos con huevo batido y metemos al horno que habremos precalentado a 180º hasta que el hojaldre esté dorado.
Cortamos el hojaldre en cuadrados, luego les damos unos cortes en diagonal en las esquinas, sin llegar al centro; ponemos una capita de tomates, una lonchita de morcilla sin la piel y por último cubrimos con un trocito de queso. Volteamos hacia el centro una parte de cada triángulo que formamos en el hojaldre según se ve en la foto, pintamos con huevo batido y metemos al horno que habremos precalentado a 180º hasta que el hojaldre esté dorado.
son esvásticas! comida nazi jaja
ResponderEliminarSon pastelitos de hojaldre en forma de clásicos molinillos.
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