Esta tarta resulta muy jugosa, ya de por sí lo son todas las tartas de manzana, pero ésta particularmente lleva una gran cantidad de esta fruta, por lo que lo es más todavía.
La acompañé de crema de mascarpone, pues para mí es perfecta para servirla templada con una crema, nata, o una bolita de helado. De todas maneras si la servimos sola también resulta deliciosa.
Ingredientes:
2 huevos
8 cucharadas de azúcar (2 para el almíbar)
4 cucharadas de harina
4 manzanas grandes
20 grs. de mantequilla fundida
½ cucharada de levadura en polvo
Ralladura de limón
Zumo de limón
Empezamos batiendo los huevos con 6 cucharadas de azúcar, añadimos la mantequilla y la harina con la levadura tamizadas. Batimos bien hasta que no haya ningún grumo.
Pelamos las manzanas y con la ayuda de una mandolina las ponemos en rodajas bien finas. Las rociamos con zumo de limón para que no se ennegrezcan.
Mezclamos la masa con las rodajas de manzana y la ralladura de limón. Las echamos en un molde de 20 cms. que previamente habremos forrado con papel vegetal.
Horneamos a 180º más o menos media hora, hasta que al pincharlo la aguja salga limpia.
En un cacillo pequeño ponemos 100 ml. de agua y las 2 cucharadas de azúcar sobrantes, después de retirar las 6 de la tarta.
Lo ponemos a hervir hasta que se haga un almíbar un poco espeso.
Desmoldamos la tarta y la pincelamos, por la parte de arriba, con el almíbar para darle brillo.
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