Muchas veces tendemos a confundir el bonito con el atún y, aunque son similares, entre ellos hay notables diferencias, el bonito generalmente es más pequeño, de color más claro y de sabor menos fuerte.
El Bonito del Norte, de calidad indiscutible, es el que se pesca con anzuelo uno a uno en el Mar Cantábrico. Procede de aguas próximas a las Azores, en los meses de mayo o junio se acercan a nuestras costas, asturiana, vasca y gallega, así comienza lo que denominamos la costera del bonito que finaliza generalmente en el mes de septiembre. Por eso en esos pocos meses debemos aprovechar todas sus cualidades ya que es únicamente cuando lo podemos disfrutar en múltiples elaboraciones a cada cual mejor.
Hoy hacemos un salpicón, que aparte de estar muy bueno, nos permite conservarlo en la nevera cuatro o cinco días y tenerlo a punto para llevar al trabajo, piscina o tomarnos un aperitivo fresquito cuando nos apetezca.
Muchas veces durante la costera del bonito se nos presenta la ocasión de comprar un bonito entero, no muy grande, cuatro o cinco kg. a un buen precio y si no somos demasiados comensales, nos parece muy grande. Pero si lo administramos bien lo podemos consumir sin dar lugar a que se nos pase en la nevera, ya que para mi gusto congelado pierde mucho, únicamente reservo este método si voy a consumir alguna parte en crudo, pero procuro mantenerlo congelado no más de cinco o seis días, el tiempo necesario para librarnos del anisakis.
Generalmente le pido al pescadero que le saque la cabeza y las vísceras, luego que separe la ventresca y el resto que lo ponga en cuatro lomos sin piel ni espina.
El primer día hago unos filetes con las puntas de los lomos y los pongo a la plancha junto con la ventresca. Vuelta y vuelta, ya que el bonito si se pasa más de la cuenta se reseca y lo estropeamos.
El segundo día puedo hacer un marmitako, un bonito encebollado, en salsa de tomate o vizcaína…
Y ese mismo día, para que no pierda la frescura con el que me sobre lo pongo o en escabeche o salpicón, que tanto con una como con otra receta se conserva varios días en la nevera sin problema.
Con el que hemos congelado ya podemos elaborar sin riesgos un tartar, sushi o un tatami, a cada cual más rico.
De todas maneras si el bonito fuese muy grande siempre podemos ponerlo todo, o las partes que nos sobran en conserva, tanto en crudo (aquí), como cocinado (aquí) o en escabeche (aquí). Siempre espero a que tenga un buen precio, más o menos a mitad de la campaña, para comprarlo y embotarlo para todo el año.
Ingredientes:600 grs. de bonito, en lomos, sin piel ni espina
1 cebolla pequeña
1/2 pimiento verde italiano
1 trozo de pimiento rojo
2 huevos cocidos
6 cucharadas de vinagre
100 ml. de aceite de oliva
Sal
Cortamos la cebolla y los dos pimientos en trocitos pequeños, los ponemos en un bol, salamos añadimos el vinagre y el aceite. Dejamos reposar mientras cocemos el bonito en agua con sal, 3 o 5 minutos desde que hierva, dependiendo del grosor de los trozos. Lo dejamos enfriar.
Al mismo tiempo cocemos 3 huevos durante 10 minutos, los retiramos y cubrimos de agua fría. Los pelamos debajo del grifo y reservamos.
Desmenuzamos el bonito que teníamos cocido, en trozos grandes, picamos los huevos, mezclamos con la vinagreta que tenemos en el bol, rectificamos de sal y guardamos en la nevera al menos un par de horas antes de degustarlo.
También le podemos añadir langostinos o gambas cocidas, surimi, aceitunas, perejil muy picado… Lo mismo podemos ponerle más o menos aceite o vinagre según nuestro gusto.
En el frigo se conserva cuatro o cinco días perfectamente.
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