Generalmente es un plato que serviremos en el centro de la mesa, como aperitivo o en una comida de picoteo, pero si queremos que nos sirva como plato de entrante pondremos una rodaja por comensal.
Ingredientes:
1 rodaja de queso Provolone de 200 grs.
2 tomates medianos
1 diente de ajo
Orégano
Pan tostado para acompañar.
Necesitaremos una cazuela para horno u otro recipiente similar un poco mayor que la rodaja de queso, ya que nos debe quedar un pequeño espacio alrededor para poner el tomate.
Pelamos y cortamos los tomates en trocitos.
Trituramos el diente de ajo y con el frotamos el fondo y los laterales de la cazuela. Lo retiramos, si queda algún resto no importa.
Ponemos una capa fina de tomate en el fondo y encima colocamos la rodaja de queso, rellenamos con tomate los laterales de la cazuela y el que nos sobre lo colocamos en el centro del queso.
Espolvoreamos de orégano y llevamos al horno a 200º hasta que el queso se derrita y empiece a dorarse, más o menos unos veinte minutos.
Servimos recién retirado del horno acompañado de pan tostado.
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