Un guiso tradicional de la cocina andaluza, muy apetecible sobre todo en esta época del año que las sardinas están en su mejor momento, aunque generalmente se hace con sardinas pequeñas o boquerones, aunque si son grandes también quedan muy ricas, incluso con caballas pequeñas.
Ingredientes:
8 sardinas
2 pimientos tipo italiano (yo puse blanco gallego)
1 cebolla grande
4 tomates medianos
2 dientes de ajo
4 cucharadas de aceite de oliva
Un chorro de vino blanco
Orégano al gusto
1 hoja de laurel
Sal
1 guindilla, si nos gusta el picante
Lavamos las sardinas quitándoles las escamas, les retiramos la cabeza y la tripa, luego les separamos la espina central, les sacamos las aletas dorsales y las dividimos en dos filetes cada una.
Picamos las cebollas, los ajos y los pimientos en trozos pequeños y los ponemos a pochar en un recipiente (preferiblemente de barro o a no poder ser en una sartén) con las cuatro cucharadas de aceite.
Pelamos y cortamos los tomates igualmente en trozos pequeños.
Cuando la cebolla y los pimientos estén medianamente blandos añadimos el tomate, el chorro de vino, la hoja de laurel, el orégano, la guindilla, si optamos por ponerla, y la sal.
Cocinamos unos diez minutos a fuego medianamente fuerte para que se reduzca parte del líquido, entonces disponemos las sardinas encima del guiso.
Tapamos y cocinamos un par de minutos, apagamos el fuego y dejamos tapadas cinco minutos más para que se acaben de hacer con el calor residual. Algunos cocineros rematan el plato rociándolo con unas gotas de vinagre en el último minuto.
Servimos calientes acompañadas de un rico pan.
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