Una sopa deliciosa para quien le guste la cebolla. Es una de mis favoritas, melosa y con sabor.
La mantequilla le da un toque especial que junto a la cebolla y el complemento de pan y el queso la hacen diferente de todas las demás sopas.
Ingredientes:
1 kg. de cebollas dulces
2 cucharadas de aceite de oliva
40 grs. de mantequilla
2 cucharadas de harina
900 ml. de caldo de carne (receta aquí)
Un buen chorro de brandy o vino blanco
Pimienta
Sal
8 rebanadas de pan de baguette
Queso emmental rallado, u otro de nuestro gusto.
Primeramente tenemos que contar con un buen caldo de carne.
Tostamos las rebanadas de pan.
Cortamos las cebollas en juliana y las pochamos en una olla, a fuego lento, junto al aceite y la mantequilla. Le ponemos un poco de sal y dejamos que se ablanden pero que no cojan color.
Cuando esté blandita añadimos la cucharada de harina, removemos, mezclamos bien y cocinamos un minuto.
Regamos con el vino o el brandy, si optamos por este último flambeamos.
Ponemos el caldo, la pimienta y cocinamos tapado, a fuego lento, durante unos veinte minutos, vigilando y removiendo de vez en cuando para que no se pegue al fondo, ya que al llevar harina es fácil que lo haga.
La echamos en un recipiente grande o repartida en cuatro individuales válidos para horno, colocamos encima el pan tostado.
Le ponemos el queso.
Llevamos al horno que tendremos caliente a 200º, ponemos a 220º con el gratinador y lo dejamos dos o tres minutos hasta que veamos que el queso se funde y empieza a coger color.
No hay comentarios:
Publicar un comentario