El hígado de rape es una parte casi desconocida hasta ahora de este pescado, pero últimamente, sobre todo, por la influencia en nuestro país de las cocinas japonesa y francesa, en las que es considerado una auténtica “delicatessen”, está adquiriendo una mayor relevancia.
Admite diferentes preparaciones, tanto fresco como en conserva (en Galicia lo presenta Porto-Muiños, al natural o con erizo de mar).
Si es fresco lo ponemos en agua fría y lo dejamos en la nevera una hora. Lo retiramos y si es grande le sacamos las venas gruesas. Si son pequeños no es necesario.
Las diferentes preparaciones van de lo más sencillo a otras más elaboradas.
En la foto superior lo presentamos poniendo como base unas galletas marineras, láminas de champiñones a la plancha coronadas por el hígado, también a la plancha y salpicado de sal en escamas.
Otra forma de prepararlo es en micuit, que aquí mostramos, en conchas de zamburiñas, sobre un parmentier de patata y pimiento de piquillo.
Luego lo enfriamos varias horas en la nevera y ya lo tenemos listo para lonchearlo y servirlo integrado en algún plato o acompañado de una salsa.
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