Fajitas de pollo

Ingredientes para  8 fajitas:

Tortillas tipo mejicanas de trigo:
300 grs. de harina
40 grs. de mantequilla o aceite de oliva
Sal
150 ml. de agua tibia
Relleno:

600 grs. de pechuga de pollo cortada en daditos

1 cebolla grande

1 pimiento rojo

1 pimiento verde
1 tomate grande

Ajo en polvo
6 cucharadas de aceite de oliva

Cayena molida (opcional)

Jengibre
Sal 
1 cucharadita de pimentón
1 cucharada de azúcar
Pimienta

Calentamos el agua con la mantequilla hasta que ésta se vaya ablandando, reservamos y dejamos hasta que esté templada. En un bol ponemos la harina y añadimos el agua con la mantequilla y la sal. Amasamos hasta formar una bola, la envolvemos en film de cocina y dejamos reposar media hora hora. Transcurrido este tiempo la dividimos en ocho bolitas del tamaño deseado. 

 

Con un rodillo de cocina las vamos estirando bien finas y les damos la forma redonda.

 

 

Las cocinamos en una sartén sin nada de grasa, cuando empiezan a formar una especie de burbujas les damos la vuelta, hasta que veamos que están hechas pero que no lleguen a tostarse.

 

 

Únicamente toman color en algún punto, pero en conjunto quedan blancas.







 

En caso de querer reservarlas las envolvemos en papel film para que no se resequen, incluso podemos congelarlas.
La receta de hoy es con harina de trigo pero también se hacen con harina de maíz, generalmente blanco.

Nos sirven para elaborar fajitas, tacos, burritos… y como acompañamiento de diversos platos mejicanos. También las utilizamos en la elaboración de los wraps que rellenaremos con una gran variedad de ingredientes que se adapten a nuestro gusto. Más o menos es lo mismo pero envueltos y presentados de distinta manera.
Si no queremos hacer las tortillas podemos usar de las que venden ya hechas.

 

Salpimentamos el pollo y lo hacemos a la plancha en una sartén untada con un poco de aceite. Reservamos.
En la misma sartén echamos el aceite de oliva y pochamos los pimientos y la cebolla cortados en juliana  gruesa.
Cuando estén casi cocinados agregamos el tomate pelado y cortado en dados, el ajo, el pimentón, el jengibre y la cucharada de azúcar. Dejamos unos minutos a fuego vivo moviendo de vez en cuando, hasta que el tomate esté hecho y nos quede casi sin salsa. Añadimos el pollo, ponemos la cayena y rectificamos de sal.
 

 

Las rellenamos con el guiso y, o bien, las enrollamos  solamente de los lados, o las cerramos también por uno de los extremos. En este último caso las podemos comer con la mano porque el relleno no se caerá.

Las servimos bien calientes. 

 

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