Generalmente, con algunas excepciones, las cantidades son para cuatro personas.

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viernes, 25 de agosto de 2023

Helado de frutos rojos con queso Mascarpone

Los helados con queso Mascarpone quedan muy cremosos, ricos y suaves.

Ingredientes:

200 grs. de queso Mascarpone
100 grs. de nata para montar
1 sobre de azúcar vainillado
Azúcar glas al gusto
30 grs. de frutos rojos congelados 

Mezclamos el queso con el azúcar glas, la nata y el azúcar vainillado, hasta que esté todo bien integrado y nos quede una crema suave y sin grumos.
Ponemos los frutos rojos en el microondas con una cucharada de azúcar, durante uno o dos minutos, hasta que se ablanden. Los pasamos por un colador para retirar las semillas. Nos queda una especie de sirope.
Cuando esté frío lo vamos echando poco a poco sobre la crema del queso, sin mezclarlos mucho, únicamente extendiéndolos con un palillo para que forme una especie de marmolado.
Los llevamos al congelador hasta que el helado se endurezca, no hace falta batirlo porque no forma cristales.
Para servirlo lo tendremos que retirar uno diez minutos antes, sino estará muy duro.
Decoramos al gusto. 

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lunes, 21 de agosto de 2023

Tarator o sopa fría búlgara

Una sopa muy fresquita para estos días de calor. Procedente de los Balcanes es una receta tradicional de la cocina de Bulgaria  y Albania.
Es semejante al Tzatziki griego con algunos ingredientes similares pero distinta a la hora de degustarla, ya que el primero es una salsa y el tarator se toma como una sopa fría e incluso dependiendo de la cantidad de agua que lleve se puede presentar en vasitos para beberla.
Su elaboración es muy sencilla y rápida.

Ingredientes:

3 yogures búlgaros (si no los encontramos podemos sustituirlos por griegos sin azúcar)
350 grs. de pepinos
2 dientes de ajo
Sal
Pimienta
Eneldo fresco o seco
Aceite de oliva
Nueces peladas, cantidad al gusto


Yo las nueces solamente las utilizo para poner por encima al servirlo, pero también podemos integrar alguna en el triturado.
Lavamos y pelamos el pepino a tiras, es decir pelamos una tira y dejamos otra con la piel. Lo cortamos en trozos.
Con la batidora de vaso o de mano trituramos el pepino, el yogur, los dos dientes de ajo, las nueces (si decidimos ponerlas) sal, pimienta, eneldo y un chorrito de aceite de oliva.
Trituramos todo, más o menos según nos guste que quede con una textura más o menos fina.
Podemos añadir agua fría en la medida que deseemos su espesura.
Guardamos en la nevera hasta que esté bien fría.
Servimos, en platos soperos, colocamos encima unas cuantas nueces troceadas, regamos con unos hilos de aceite de oliva virgen.
Adornamos al gusto.

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viernes, 18 de agosto de 2023

Salpicón de Bonito del Norte

Muchas veces tendemos a confundir el bonito con el atún y, aunque son similares, entre ellos hay notables diferencias, el bonito generalmente es más pequeño, de color más claro y de sabor menos fuerte. 

El Bonito del Norte, de calidad indiscutible, es el que se pesca con anzuelo uno a uno en el Mar Cantábrico. Procede de aguas próximas a las Azores, en los meses de mayo o junio se acercan a nuestras costas, asturiana, vasca y gallega, así comienza lo que denominamos la costera del bonito que finaliza generalmente en el mes de septiembre. Por eso en esos pocos meses debemos aprovechar todas sus cualidades ya que es únicamente cuando lo podemos disfrutar en múltiples elaboraciones a cada cual mejor.
Hoy hacemos un salpicón, que aparte de estar muy bueno, nos permite conservarlo en la nevera cuatro o cinco días y tenerlo a punto para llevar al trabajo, piscina o tomarnos un aperitivo fresquito cuando nos apetezca.
Muchas veces durante la costera del bonito se nos presenta la ocasión de comprar un bonito entero, no muy grande, cuatro o cinco kg. a un buen precio y si no somos demasiados comensales, nos parece muy grande. Pero si lo administramos bien lo podemos consumir sin dar lugar a que se nos pase en la nevera, ya que para mi gusto congelado pierde mucho, únicamente reservo este método si voy a consumir alguna parte en crudo, pero procuro mantenerlo congelado no más de cinco o seis días, el tiempo necesario para librarnos del anisakis.
Generalmente le pido al pescadero que le saque la cabeza y las vísceras, luego que separe la ventresca y el resto que lo ponga en cuatro lomos sin piel ni espina.
El primer día hago unos filetes con las puntas de los lomos y los pongo a la plancha junto con la ventresca. Vuelta y vuelta, ya que el bonito si se pasa más de la cuenta se reseca y lo estropeamos.
El segundo día puedo hacer un marmitako, un bonito encebollado, en salsa de tomate o vizcaína…
Y ese mismo día, para que no pierda la frescura con el que me sobre lo pongo o en escabeche o salpicón, que tanto con una como con otra receta se conserva varios días en la nevera sin problema.
Con el que hemos congelado ya podemos elaborar sin riesgos un tartar, sushi o un tatami, a cada cual más rico.

De todas maneras si el bonito fuese muy grande siempre podemos ponerlo todo, o las partes que nos sobran en conserva, tanto en crudo (aquí), como cocinado (aquí) o en escabeche (aquí). Siempre espero a que tenga un buen precio, más o menos a mitad de la campaña, para comprarlo y embotarlo para todo el año.


Ingredientes:

600 grs. de bonito, en lomos, sin piel ni espina
1 cebolla pequeña
1/2 pimiento verde italiano
1 trozo de pimiento rojo
2 huevos cocidos
6 cucharadas de vinagre
100 ml. de aceite de oliva
Sal

Cortamos la cebolla y los dos pimientos en trocitos pequeños, los ponemos en un bol, salamos añadimos el vinagre y el aceite. Dejamos reposar mientras cocemos el bonito en agua con sal, 3 o 5 minutos desde que hierva, dependiendo del grosor de los trozos. Lo dejamos enfriar.
Al mismo tiempo cocemos 3 huevos durante 10 minutos, los retiramos y cubrimos de agua fría. Los pelamos debajo del grifo y reservamos.
Desmenuzamos el bonito que teníamos cocido, en trozos grandes, picamos los huevos, mezclamos con la vinagreta que tenemos en el bol, rectificamos de sal y guardamos en la nevera al menos un par de horas antes de degustarlo.
También le podemos añadir langostinos o gambas cocidas, surimi, aceitunas, perejil muy picado… Lo mismo podemos ponerle más o menos aceite o vinagre según nuestro gusto.
En el frigo se conserva cuatro o cinco días perfectamente.

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lunes, 7 de agosto de 2023

Langostinos en el microondas

Una forma rápida, fácil y rica de preparar unos langostinos con mucho sabor.

Ingredientes:

Langostinos congelados grandes y con reciente fecha de envasado
Aceite de oliva
Ajo seco en polvo
Cayena molida (opcional)
Sal gruesa

Ni cabe decir que cuantos más frescos estén los langostinos mucho más ricos nos saldrán; no es lo mismo unos langostinos con un mes de congelación que otros con seis o siete meses y ya no digamos si están próximos a su fecha de consumo preferente o la sobrepasan. Tampoco es lo mismo que sean gambones o langostinos, para mí los gambones casi siempre arrastran un regustillo añejo, sobre todo si en la receta no se les retira la cabeza, como en este caso.
Los hago recién sacados del congelador, los lavo, los seco y los coloco extendidos sobre un recipiente que pueda ir al microondas. Rociamos con aceite de oliva (que no sea escaso ya que así queda un juguito para mojar pan), luego espolvoreamos con sal gruesa, ajo en polvo abundante y cayena molida al gusto.

Los metemos destapados en el microondas a 700 de potencia, los mantenemos un par de minutos, les damos la vuelta y cocinamos dos minutos más. Si vemos que les falta un poco para estar en su punto ponemos 30 segundos más. De todas maneras los iremos vigilando durante el fin del cocinado porque, al no calentar todos los hornos por igual, se estropearía el plato si se nos pasan más de la cuenta.
Si preferimos descongelamos los langostinos antes de cocinarlos, entonces reducimos el tiempo de microondas y los cocinamos tapados.
Con esta receta no se mancha nada en la cocina, incluso podemos llevarlos a la mesa en el mismo recipiente en el que los horneamos.

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viernes, 4 de agosto de 2023

Tomates secos especiados, en aceite de oliva

En los últimos años, por la influencia de los platos italianos, los tomates secos tienen una mayor relevancia en nuestra cocina.  
Aunque en este blog ya tenemos otra receta de tomates secos en aceite (ver aquí), en ella partíamos de tomates pera frescos, con el inconveniente de la tarea y el tiempo que utilizamos hasta que los tenemos listos para envasar, pero también resultan un bocado más delicado, especial para consumir en aperitivos más que para intervenir en la elaboración de otros platos. 

En esta otra receta aprovechamos que los tomates ya los compramos secos, lo único que hacemos es hidratarlos y enriquecerlos con hierbas aromáticas y aceite.


 

Deberíamos guardar el agua del remojo, ya que, al estar enriquecida por los tomates, nos sirve para añadir a múltiples recetas, como a un guiso, una salsa, un arroz... Si en ese momento no la vamos a usar la podemos guardar en tarros en el congelador para utilizarla cuando nos parezca oportuno.

 

 

 

 
 

Yo los aliñé con ajo, pimienta y orégano pero pueden ser otras que nos agraden como: romero, albahaca, tomillo, laurel…

 

Ingredientes:
80 grs. de tomates secos sin sal
1,5 litros de agua
1 cucharada de sal
1 cucharada de vinagre de manzana
Orégano
Pimienta en grano
2 dientes de ajo
Aceite de oliva necesario para rellenar los tarros.

  
Hervimos el agua con la sal y el vinagre, cuando llegue a ebullición la echamos en un bol en el que ya tendremos los tomates, los mantenemos en el agua unos veinte minutos. Si los tomates tuviesen sal no añadiríamos la del agua.

Los retiramos y los ponemos a escurrir en una rejilla durante varias horas hasta que estén secos. Si tenemos prisa los secamos muy bien con papel de cocina.


Los colocamos en los tarros bien limpios y vamos intercalando entre ellos láminas de ajo, orégano y pimienta en grano.
Añadimos el aceite hasta que los tomates queden bien cubiertos, los guardamos en la nevera al menos un par de días antes de consumirlos.
Si los queremos guardar más tiempo tendremos que hervir los tarros en la olla a presión, cubiertos de agua, durante quince minutos.

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