Ingredientes:
Para el bizcocho:
6 huevos
6 cucharadas de azúcar
6 cucharadas de harina
Medio sobre de levadura Royal (opcional)
Para el relleno y cobertura:
¾ de litro de nata
500 grs. de fresas
Azúcar al gusto
Separamos yemas de las claras y batimos estas últimas a punto de nieve, integramos el azúcar y mezclamos las yemas poco a poco. Ponemos la harina con la levadura previamente tamizadas y mezclamos con movimientos envolventes para que no se nos bajen las claras; yo no acostumbro a ponerle levadura en polvo a este tipo de bizcocho, pero si no tenemos la seguridad de que la masa está bien aireada es mejor ponerle alguna.
Vertemos en un molde engrasado y enharinado, llevamos al horno ya caliente a 180º. Dejamos hasta que esté cocido.
Desmoldamos, dejamos enfriar y cortamos en tres capas.
Trituramos las fresas con el azúcar, dejando unas cuantas para decorar.
Montamos la nata con azúcar, que quede bien firme. Para que no se baje podemos incorporarle dos hojas de gelatina (ponemos dos hojas de gelatina en agua fría para que se ablanden, calentamos en el microondas una taza con dos cucharadas de agua, cuando esté bien caliente disolvemos las hojas de gelatina y añadimos a la nata cuando ya está montada, mezclamos rápidamente con la batidora hasta que quede muy bien integrada y no se nos formen grumos.
Colocamos en la bandeja de servir la primera capa de bizcocho y la bañamos con las fresas trituradas luego le ponemos una capa gruesa de nata y tapamos con la otra capa de bizcocho a la que le hacemos lo mismo que a la anterior, la tapamos con la tercera capa de bizcocho y cubrimos con nata.
Decoramos a nuestro gusto.
Para que las fresas de adorno se conserven mejor y queden más brillantes las pincelamos con un almíbar ligero al que añadimos media hoja de gelatina.
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