Al oír hablar del pesto lo que se nos viene a la mente es esa salsa de brillante color verde que es el pesto genovés, pero también tenemos el pesto rojo o siciliano que debe su color a los tomates que se usan en su elaboración.
Aparte de poder utilizar tomates frescos o secos hay innumerables variaciones de la receta que se adaptan a los gustos de cada cocinero.
Pongo la receta del que yo hago y que para mi gusto está muy rico; como soy amante del picante le pongo un toque que cada uno puede adaptar a sus preferencias o incluso eliminarlo.
Aparte de poder utilizarlo para acompañar platos de pasta lo podemos usar en una infinidad de platos de carnes, verduras, pescados o presentarlo como un dip acompañado de palitos, tostadas, crudités…
Ingredientes:
12 tomates secos
1 tomate fresco pequeño
2 cucharadas de piñones
6 hojas de albahaca fresca
1 diente de ajo
1 guindilla (se puede suprimir si no nos gusta el picante)
100 ml. de aceite de oliva
Sal
1 cucharada de queso parmesano rallado
Ponemos lo tomates secos a remojo en agua templada durante una hora; si están en aceite omitimos este paso. Les retiramos las semillas; los troceamos y ponemos en el vaso de la batidora junto al tomate fresco, pelado y sin semillas, los piñones, el ajo sin germen, la guindilla troceada, la sal, las hojas de albahaca y la mitad del aceite.
Trituramos todo y vamos añadiéndole poco a poco el resto del aceite, si nos gusta más suelta le ponemos más aceite hasta que esté de nuestro gusto.
Cuando esté listo le añadimos el queso y mezclamos bien, aunque si preferimos también lo podemos tomar sin queso, queda igualmente muy rico.
Yo hoy lo acompañé de unos tallarines de calabacín, que consisten en cortar el calabacín en lonchas finas y luego cortar éstas en tiras estrechas. A continuación los hervimos tres o cuatro minutos, los salteamos en una sartén con un poco de aceite o los hacemos unos minutos al vapor. De las tres maneras quedan bien.
Los servimos calientes acompañados de la salsa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario