En las matanzas del cerdo lucenses antiguamente se elaboraban unas morcillas dulces con manzanas, piñones, arroz… que después de cocinados se embutían en las tripas gruesas del cerdo y se secaban del mismo modo que los chorizos. Esa tradición se fue perdiendo aunque me supongo que aún habrá alguna casa que las siga elaborando.
Ahora las que únicamente se consiguen, y no en gran medida, son las que se comercializan elaboradas con sangre, pan, pasas, cebolla, azúcar… embutidas en tripa sintética y en forma de “U”, que en poco se parecen a las que recuerdo de mi niñez.
Aunque la receta es de lo más simple la incluyo en el blog para recordar las morcillas dulces gallegas, últimamente muy olvidadas.
Ingredientes:
Morcilla dulce gallega
Manzanas Granny Smith
Aceite de oliva suave
A mí me gusta acompañarla de manzanas, no muy dulces, ligeramente asadas que con su punto de acidez contrastan con el dulzor de la morcilla y que para mi gusto se complementan perfectamente.
Ponemos las manzanas en cuartos y las asamos sin que se queden demasiado blandas.
Cuando estén casi a punto freímos la morcilla, para eso la cortamos en rodajas medianamente gruesas, les retiramos la piel y las ponemos a freír en una sartén con un poco de aceite de oliva. Primeramente por un lado, les damos la vuelta y freímos por el otro.
Retiramos y servimos acompañada de las manzanas.
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