La elaboración de esta especie de queso para untar consiste solamente en retirarle el suero al yogur, salarlo, aromatizarlo con nuestras aromáticas preferidas y conservarlo en aceite de oliva.
Las cantidades dependen de nuestras necesidades, pero con seis yogures ya sale una cantidad aceptable.
Ingredientes:
6 yogures griegos o al estilo griego
Sal
Hierbas aromáticas frescas (tomillo, romero, orégano…)
Pimienta negra entera
Cayena al gusto
Aceite de oliva para cubrir
2 gasas grandes esterilizadas de las que venden en la farmacia.
Preparamos un colador grande con una gasa encima y sobre ella echamos los yogures que habremos mezclado y salado previamente. Cubrimos con otra gasa, colocamos el colador sobre un cuenco para recoger el suero y dejamos en la nevera dos o tres días, hasta que ya no gotee.
Pasado ese tiempo vemos como está de sal y aceitándonos las manos, para que no se pegue demasiado, vamos formando bolitas del tamaño deseado y las vamos colocando en un recipiente con aceite.
Ponemos las especias y las hierbas y acabamos de llenar el recipiente hasta que las bolitas queden cubiertas.
Si preferimos las hierbas aromáticas podemos picarlas menudas y mezclar con el yogur antes de formar las bolas. Estas hierbas siempre deben ser frescas y estar bien picadas, ya que si fuesen secas no sería agradable encontrarlas en medio del queso.
Tapamos y conservamos en la nevera sacando las bolitas según nuestra necesidad.
Lo podemos degustar sobre pan tostado, solo o formando parte de canapés o tostas, acompañado de otros ingredientes como: anchoas, salmón ahumado, piparras, cherrys, aceitunas, alcaparras…
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