Uno de los platos más típicos de la cocina belga y del
norte de Francia son los mejillones con patatas fritas (moules et frites). Es
raro el restaurante, sea de mayor o menor
categoría, que no los incluye en su carta.
Se consumen cocidos simplemente al vapor o elaborados en distintas salsas más o menos sofisticadas que generalmente llevan aceite o
mantequilla, ajo, vino blanco, verduras (apio, cebolla…).
Se acostumbran a presentar en el recipiente en el que se hacen, frecuentemente negro y se suele utilizar una concha de mejillón a modo de pinza como cubertería.
Utilicé mejillones de roca, que son más pequeños pero muy
sabrosos.
Ingredientes:
I kg. de mejillones bien
limpios (cantidad acostumbrada por persona)
1/2 cebolla mediana
2 dientes de ajo muy picaditos
Una rama de tomillo
1 cucharada de aceite de
oliva
1 cucharada de mantequilla
Un chorro de vino blanco
Zumo de medio limón
Una hoja de laurel
2 patatas medianas
Aceite para freír
Sal
Freímos las patatas
cortadas en bastoncitos, tres o cuatro minutos a fuego medio y luego a fuego fuerte hasta que estén en su punto, bien crujientes. Las retiramos
y salamos. También podemos optar por freírlas dos veces si las queremos más crujientes, las freímos a fuego medio, cuando se ablanden, sin que tomen color, las retiramos, las dejamos enfriar y volvemos a freírlas, esta vez en aceite muy caliente, cuando estén doradas las sacamos.
Mientras se están friendo
las patatas ponemos la mantequilla y el aceite en una olla, echamos los
ajos y la cebolla muy picaditos, cuando se ablanden añadimos el laurel, el
vino, el tomillo y el limón; después de cocinar cinco minutos incorporamos los mejillones. No les ponemos sal, con la que aportan estos es suficiente.
Tapamos y dejamos a fuego fuerte hasta que se abran los, unos dos o tres minutos. Llevamos a la mesa de inmediato junto con las patatas.
Si acompañamos con mayonesa la presentamos en una salsera para que cada uno se sirva la que quiera.
Mejillones al vapor
En Galicia la forma más simple de preparar unos mejillones y una de
las más sabrosas para degustarlos es prepararlos al vapor.
Los que utilizamos ahora son unos mejillones gallegos, concretamente de Lorbé, grandes y con un sabor especial.
Se limpian los mejillones raspándoles la concha y arrancándoles el viso que los fija a las rocas (lo que comúnmente llamamos barbas),
los lavamos y los ponemos en una olla sin agua, solamente con unas hojas de laurel, tapamos la olla
y la llevamos al fuego medio hasta que hierva y se abran todos los mejillones. Ya están a punto para comer acompañados de
limón o para retirarles las conchas y utilizarlos en otras preparaciones.
No es necesario poner nada de sal.