Antiguamente en las aldeas de Galicia no había
panaderías y el pan se elaboraba en las casas, utilizando las harinas de trigo
o centeno que compraban, o en la mayor parte de los casos, el trigo del país
que ellos mismos cosechaban.
Salía un pan compacto y oscuro que se conservaba
durante muchos días, hasta la próxima hornada. Incluso había la costumbre de
pasarse el fermento o masa madre de unas casas a otras.
Siempre que se hacía el pan se aprovechaba para hacer
una empanada con lo que había por casa.
En la provincia de Lugo se acostumbraba a echar mano
de los chorizos y tocino que había de la matanza, por eso una empanada
tradicional era la de liscos y chorizo, frecuentemente realizada con pan de
centeno.
Los liscos son lonchas, más bien finas, de tocino
entreverado.
Ingredientes:
500 grs. de cebollas
3 chorizos
150 grs. de tocino
entreverado
1 pimiento rojo
150 ml. de aceite de oliva
Colorante alimentario
Masa
300 grs. de harina de
centeno
200 grs. de harina de
trigo
1 sobre de levadura de
panadería (7 grs.)
225 ml. de agua templada
con sal (que al probarla esté un poco salada)
6 cucharadas de aceite del
guiso
Picamos las cebollas en
juliana, el pimiento en tiras, el chorizo en rodajas y el tocino en lonchas
finas y pequeñas.
Ponemos el aceite en una
sartén con la cebolla y el pimiento, cocinamos diez o doce minutos.
Echamos una poca de sal, teniendo
en cuenta que el tocino está salado (yo no le puse ninguna, comemos con poca
sal), el colorante y añadimos los liscos
y el chorizo. Cocinamos un par de minutos más y retiramos del fuego.
Escurrimos el aceite que
haya quedado en la sartén, dejando el relleno seco.
El aceite que retiramos es
el que pondremos posteriormente en la masa.
Ponemos las harinas en un
bol (yo la hice con la amasadora), la levadura en un lado y en el centro echamos
el agua y el aceite del guiso.
Amasamos durante diez minutos, nos tiene que quedar una masa suave que no se pegue a las manos, formamos una
bola que dejaremos fermentar hasta que doble su volumen, 40 o 50 minutos
dependiendo de la temperatura ambiente.
Cuando haya crecido amasamos
ligeramente y dejamos reposar diez minutos.
Dividimos la masa en dos
partes.
Cogemos una parte y la
estiramos del grosor que deseemos, a mí me gusta fina. Colocamos sobre una
bandeja de horno, ponemos el guiso encima repartiéndolo bien por todas partes y
dejando un centímetro de masa todo alrededor.
Estiramos la otra parte y
cubrimos la empanada cerrando todo alrededor, formando como un rulo y
apretando. Hacemos un agujero en el centro y adornamos con la masa que nos
sobró.
Si queremos la podemos
pintar con huevo batido.
Horneamos a 180º en la parte baja del horno hasta que esté dorada,
dependiendo de cada horno, unos 40 minutos.
Al sacarla pintamos
la superficie con aceite del guiso, si no nos sobró lo haremos con aceite crudo.
ÍNDICE EN ORDEN ALFABÉTICO