Galicia es uno de los grandes productores de castañas por eso desde la antigüedad tuvieron un papel importante en su cocina, tanto dulce como salada.
Las castañas glaseadas son una exquisitez de origen francés, que lo mismo podemos tomar acompañando un café, que utilizar de guarnición para numerosos platos.
Su elaboración es sencilla, la mayor dificultad reside en pelarlas y en que no se rompan durante el proceso.
Para pelarlas primeramente sacamos la piel exterior ayudándonos de un cuchillo y luego las hervimos dos minutos para sacarles la piel interior, lo haremos antes de que se enfríen ya que si están frías es mucho más dificultoso.
Las haremos en pequeñas cantidades para evitar en lo posible que se nos rompan.
Ingredientes:
250 grs. de castañas peladas
250 grs. de azúcar
500 cc. de agua
1 palito de canela
Piel de limón
Ponemos el agua con el azúcar la canela y la piel de limón en una olla, cuando hierva introducimos las castañas y dejamos hervir tres minutos. Apagamos y dejamos enfriar.
En lugar de canela y piel de limón si nos gusta más podemos poner una vaina de vainilla.
Cuando esté frío lo volvemos a poner al fuego y hervimos tres minutos más. Esta operación la realizamos cuatro veces y dejamos para la mañana siguiente.
Al día siguiente repetimos la operación de hervirlas otras cuatro veces, las dejamos enfriar en el almíbar y las colocamos sobre una rejilla para que se sequen.