jueves, 26 de febrero de 2015

Langostinos crujientes con piña a la plancha


Ingredientes:
Langostinos grandes o gambones
Clara de huevo
Pan rallado
Ajo molido
Sal
Aceite para freír

Pelamos y limpiamos los langostinos retirándoles el intestino, los ensartamos en un palo de brocheta y salamos.
En un recipiente batimos la clara de huevo con ajo molido al gusto.
Con una brocha de cocina pincelamos los langostinos por todas partes con la clara de huevo y los pasamos a continuación por pan rallado (yo por comodidad pongo el pan rallado en una bolsa de plástico, introduzco los langostinos y los muevo para que el pan rallado los cubra uniformemente).
Ponemos bastante aceite en un cacillo pequeño (que llegue para cubrir los langostinos), cuando está bien caliente sumergimos los langostinos, dejando el trozo de palo de brocheta vacío fuera del aceite, y freímos hasta que estén dorados. Estaremos muy pendientes de ellos porque se hacen en unos segundos. Deberán quedar crujientes por fuera y muy jugosos y tiernos por dentro.
Los acompañé de piña a la plancha, aunque también podemos hacerlo con una salsa rosa, alioli, mayonesa u otra de nuestra preferencia.
 

sábado, 14 de febrero de 2015

Hojas de limón


Las hojas de limón son tradicionales de la cocina gallega y aunque en menor medida que las orejas, las filloas y las flores, también son típicas de carnaval.

Ingredientes:
40 hojas de limonero
200 ml. de leche
100 ml. de agua
1 huevo
200 grs. de harina.
Un chorrito de aguardiente o brandy
Una pizca de sal
Aceite para freír

Ponemos todos los ingredientes en un bol y los mezclamos bien con la batidora.
Dejamos reposar media hora.
La cantidad de harina puede necesitar alguna ligera variación, si al empezar a freír las hojas, la masa se dispersa y no guarda la forma es que necesita algo más de harina, si por el contrario, nos sale una hoja con una masa muy gruesa le añadiremos un poco de leche. Pero generalmente con estas cantidades suele quedar en su punto.
Lavamos las hojas, que a poder ser deben estar recién recogidas, y las secamos bien.
Ponemos aceite a calentar en una sartén honda, aromatizamos con una piel de limón, cuando esté tostada la retiramos y empezamos a freír las hojas.

Introducimos las hojas en la preparación que habíamos hecho anteriormente y las ponemos a freír en la sartén con el aceite bastante caliente. Cuando estén doraditas las retiramos.
Hay que prestarles especial atención para que no se nos quemen, porque se hacen enseguida.
Las presentamos con la hoja de limonero dentro y la retiraremos para comerlas.
Si preferimos presentarlas sin la hoja de limonero, en lugar de sumergirlas en la preparación lo haremos solamente hasta la mitad de la hoja para poder sacarla fácilmente antes de llevarlas a la mesa.
Lo ideal es comerlas recién hechas.
 

martes, 10 de febrero de 2015

Caldo de matanza

 
Ya sé que esta entrada no será de las más populares, porque en los últimos tiempos la casquería goza de poca estima, pero yo no quiero dejar de ponerla porque este plato está ligado a mis recuerdos de la matanza del cerdo cuando era niña.
La verdad es que en casa de mis padres nunca se hizo, pero sí en casa de mi tía, en su recuerdo aquí lo presento.
Le llamo caldo de matanza porque solamente se hacía en ese momento. En su elaboración se utilizaban las costillas que se habían adobado junto a la zorza, los sesos del cerdo, las tripas que sobraban de la elaboración de los chorizos y morcillas, y patatas gallegas kennebec.

No pongo cantidades porque se ajustan al gusto de cada uno.
 
Ingredientes:
Costillas de cerdo adobadas, estilo zorza (ver aquí)
Tripas de cerdo
Sesos de cerdo
Patatas Kennebec
Sal

Para su realización se adoban las costillas el día anterior con abundante ajo, pimentón dulce y picante, una pizca de orégano y sal.
Las tripas las compro saladas, las lavo y las pongo a remojo para desalarlas durante seis o siete horas, las cuezo hasta que están tiernas y las troceo.
Lavamos los sesos en agua fría, les retiramos la telilla que los recubre y los troceamos. 
Ponemos al fuego una olla con agua y las costillas, cuando están casi cocidas ponemos las patatas chascadas en trozos no muy grandes y cuando éstas estén casi a punto añadimos las tripas y los sesos. 
Cocinamos diez minutos más, rectificamos de sal, reposamos otros cinco y servimos caliente.