Este postre por la forma nos puede recordar a un Estonian Kringle y aunque la técnica de darle forma es prácticamente la misma, es muy diferente ya que en el Kringle en lugar de hojaldre tenemos que hacer una masa brisa y va relleno de azúcar, canela y frutos secos. Además finalmente lo acabamos poniéndole por encima una glasa.
Ingredientes:
Una lámina de hojaldre rectangular
Dulce de leche
1 huevo
Estiramos la lámina de hojaldre y la pintamos con una fina capa de dulce de leche (si es gruesa se nos irá por fuera al hornearla). Podemos añadir frutos secos y pasas. La enrollamos sin apretarla demasiado.
Le hacemos un corte por el medio dejándola unida por la parte superior.
Trenzamos las dos partes y unimos los extremos formando una rosca.
Pintamos con huevo batido y horneamos a 180º hasta que esté dorada.
El dulce de leche lo podemos comprar del que comercializan ya elaborado.
También lo podemos hacer en casa hirviendo al baño de maría durante dos horas un bote de leche condensada pequeño.