domingo, 10 de diciembre de 2017

Sopa de hígado


Esta receta (les sopes de fégadu) pertenece a la cocina tradicional española, concretamente a la asturiana. Se elaboraba en las matanzas caseras con el hígado del cerdo recién sacrificado.
Actualmente no es muy habitual ver este plato en las cartas de los restaurantes pero todavía hay  algunos lugares que siguen conservando la tradición.
La receta varía ligeramente según el cocinero pero los ingredientes principales permanecen inalterables.


Ingredientes:
300 grs. de hígado de cerdo o ternera
1 cebolla mediana
2 dientes de ajo
100 grs. de pan del día anterior con bastante miga
4 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadita de postre de pimentón dulce
½ cucharadita de postre de pimentón picante
1 hoja de laurel
1 litro de agua

Si preferimos podemos poner caldo en lugar de agua pero para mí parecer no es necesario.
El pimentón lo ajustaremos a nuestro gusto, con más o menos picante, incluso solamente con dulce, aunque el picante le da un toque de alegría.
El pan si no queremos remojarlo lo cortaremos en trozos pequeños y finos.

Ponemos el pan a remojo y cortamos el hígado en trozos pequeños, sacándole los nervios o pieles si las tuviera.
Después de remojado el pan lo escurrimos, desmenuzamos y ponemos en una olla con el agua y la hoja de laurel.
Cortamos finamente la cebolla y el ajo. Los pochamos en una sartén con las cuatro cucharadas de aceite, cuando estén listos ponemos el pimentón y a continuación el hígado, removiendo constantemente dos o tres minutos sin dejar que se queme el pimentón.
Volcamos en la olla del pan, salamos y cocinamos a fuego lento durante cuarenta y cinco minutos, removiendo de vez en cuando para que no llegue a agarrarse al fondo.
Servimos bien caliente.

ÍNDICE EN ORDEN ALFABÉTICO

7 comentarios:

  1. Una sopa muy nutritiva, y con este frío se ve deliciosa.

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    1. Está muy buena, pero es condición indispensable que te guste el hígado... jajajaja.
      Gracias por comentar.
      Saludos.

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  2. Suelo hacer "hígado encebollado" de la misma forma pero sin agua y sin pan, apenas un poco de agua y el pan lo usamos para acompañar la rica salsa que se forma con la cebolla y el ajo. Lo comemos en invierno y verano, pues no queda como sopa. Seguramente es una variante de algún emigrante antepasado. Mira lo que vengo a descubrir despues de tantos años. Saludos, Felicidades y Buen año.

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    1. Sí, a mí también me gusta el hígado encebollado y lo hago más o menos como tú, pero hay veces que apetece una sopita... jajaja.
      Felices fiestas también para ti y que en el año que entra se cumplan todos tus deseos.
      Besos y gracias por comentar.

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  3. Muy buena, pero sin cebolla . . .

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    1. Sí así te gusta más... ahora que para mí, en este caso la cebolla es imprescindible. Un saludo.

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