En Galicia las sardinas tienen un gran protagonismo en la temporada veraniega, es cuando se encuentran en sazón y nos ofrecen todas sus cualidades.
Aunque es lo más usual, es un error limitarse a comerlas exclusivamente asadas, hay otras muchas formas de prepararlas que también resultan exquisitas: fritas, rebozadas, en empanadas, “afogadas”, lañadas…
Hoy precisamente apuntamos a la preparación de estas últimas, muy típicas de Pontedeume, aunque en esta localidad suelen hacerse a la plancha y aquí las pondremos cocidas.
Desde siempre los gallegos conservaron el pescado en sal y el lañado es una de las maneras de hacerlo; es una técnica que se puede utilizar con diversos pescados. Actualmente esta forma de preparar las sardinas se reserva a ocasiones muy puntuales, no como antiguamente que era uno de los pocos métodos utilizados para conservarlas.
Yo pongo mi granito de arena para procurar que no se olviden recetas tan tradicionales.
En la primera foto las acompañé de patatas cocidas con piel y pimientos de padrón.
En la siguiente llevan además de las patatas, cebolla, pimentón dulce o picante (al gusto) e igualmente regadas con un buen aceite de oliva.
Ingredientes:
Sardinas
Sal gruesa
Patatas
Aceite de oliva
Les sacamos la cabeza y la tripa, les ponemos sal en su interior y las colocamos en un recipiente con una capa de sal en el fondo y otra capa cubriéndolas.
Yo las escamo antes de salarlas pero hay quien las sala con la cabeza y las escamas y también hay partidarios de retirarles la espina central.
A mi particularmente me gustan más sin abrir para desespinarlas, sobre todo si es como hoy para hacerlas cocidas.
Se dejan en sal desde un día hasta cinco o seis, si las dejamos un solo día no hace falta desalarlas para su preparación, pero si permanecen más días en la sal las pondremos a desalar en agua como cualquier otro pescado salado.
Las sacamos de la sal y las lavamos.
En esta ocasión las tuve dos días escasos en la sal y las puse a remojo tres horas antes de cocinarlas.
Ponemos a cocer las patatas cortadas en rodajas gruesas y sin pelar, cuando están cocidas echamos las sardinas a cocer durante un espacio corto de tiempo, dos o tres minutos como máximo.
Las emplatamos con las patatas en el fondo del plato y las sardinas por encima, regamos con aceite y podemos acompañarlas de tomate, cebolla, pimientos…
Las servimos recién hechas.
Era para la escuela gracias
ResponderEliminarMe alegra que te pueda servir de algo.
EliminarUn saludo.
Si es para comer de allí a cuatro o cinco días las hay que guardar en la nevera con la sal?
EliminarAunque no sería necesario conservarlas en la nevera como se hacía antiguamente, yo prefiero hacerlo. Cuando les pongo la sal las guardo en el frigorífico hasta que las voy a consumir. Si llevan varios días en la sal las pongo un día a remojo.
EliminarUn saludo.