Un plato de picoteo o para una cena en una tarde-noche de verano.
Ingredientes:
Boquerones
Guindillas dulces
Harina (a poder ser de frituras)
Aceite de oliva
Sal gruesa
Limpiamos los boquerones retirándoles la cabeza y la tripa, los lavamos bien, los secamos y les ponemos la sal.
Retiramos el tallo de las guindillas, las lavamos y con papel de cocina las secamos bien para que no salpique el aceite al ponerlas en la sartén.
Disponemos dos sartenes con aceite de oliva, abundante en la que vamos a freír los boquerones y escaso en la de las guindillas.
Ponemos las sartenes al fuego y cuando esté el aceite caliente freímos los boquerones después de pasarlos por harina. El aceite debe estar bastante caliente para que se doren rápidamente por un lado, darles la vuelta y que queden crujientes por fuera y jugosos por dentro. Retiramos sobre papel absorbente.
Las guindillas las echamos en la otra sartén con el aceite bien caliente, las salteamos dándoles vueltas continuamente y en un par de minutos están en su punto. Retiramos y salamos con sal gruesa.
Servimos todo recién frito.
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