sábado, 21 de diciembre de 2013

Salmón al vapor con verduras


Ingredientes:
4 trozos de salmón sin espinas
4 patatas medianas
Un calabacín
4 champiñones
2 zanahorias
3 cucharadas de mantequilla (o aceite de oliva)
Zumo de 2 limones
Eneldo fresco
Sal
Pimienta negra

En una olla de vapor ponemos a cocinar las verduras de nuestra elección (cortadas y torneadas a nuestro gusto) hasta que casi estén blandas. En ese momento ponemos junto a ellas el salmón, salamos el conjunto  y cocinamos unos minutos más, teniendo la precaución de que no se pase el pescado más de la cuenta, pues se resecaría.
Mientras se están cocinando las verduras y el salmón ponemos en una sartén pequeña la mantequilla y el zumo de limón hasta que hierva, dejamos en el fuego dos o tres minutos hasta que se reduzca un poquito y añadimos el eneldo picado, una pizca de pimienta y una pizca de sal. Mezclamos bien y reservamos.
Colocamos las verduras con el salmón en una fuente, napamos con la salsa y decoramos con una ramita de eneldo.
 

jueves, 12 de diciembre de 2013

Crema de mejillones


Esta crema a pesar de estar preparada con los humildes mejillones no tiene nada que envidiarle a cualquier otra crema de marisco. Tiene un intenso sabor a mar.
A continuación pongo la receta de una variante con langostinos, que también queda rica, pero en nada la supera en sabor.

Ingredientes:
1 kg. de mejillones
1 hoja de laurel
La parte blanca de un puerro
5 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla mediana
2 zanahorias
1 tomate maduro
3 cucharadas de pan rallado
Un chorretón de brandy
1 l. de agua
El agua de cocer los mejillones.
100 ml. de nata
Pimienta

Estas cantidades dan para cuatro raciones.

Empezamos limpiando los mejillones, los lavamos y los ponemos al fuego en una olla sin agua, con una hoja de laurel hasta que estén todos abiertos. Los retiramos del fuego y dejamos enfriar. Los desconchamos dejando algunos con la concha para decorar. Reservamos el agua que soltaron.
En una cacerola con el aceite de oliva pochamos el puerro, la cebolla y las zanahorias, después de haberlos picado. Cuando hayan ablandado ponemos  el tomate en trozos, removemos,   esperamos cinco minutos y añadimos el pan rallado, el agua, los mejillones,  la pimienta, el brandy y el caldo de cocer los mejillones. Removemos y dejamos cocinar durante veinte minutos.
Retiramos del fuego, pasamos la batidora hasta que nos quede una crema muy fina, añadimos la nata y mezclamos bien.
Comprobamos como está de sal, yo no le puse porque los mejillones ya dan bastante.
La servimos caliente pero no en demasía.

Crema de mejillones y langostinos



Es una variante de la anterior, con la particularidad de que cocemos doscientos grs. de langostinos en un poco de agua, los pelamos y los trituramos con los demás ingredientes. Aprovechamos el agua de cocerlos para añadírsela a la crema.
La adorné con nata líquida después de servirla, en esta ocasión en una copa.
 
 
 
 
 

domingo, 8 de diciembre de 2013

Croquetas de centollo


Ingredientes:
Un centollo mediano (o un buey de mar)
50 grs. de mantequilla
60 grs. de harina
400 ml. de leche
100 ml. de agua de cocer el centollo
Pizca de pimienta
Huevo y pan rallado para rebozar

Cocemos el centollo en agua con sal y laurel durante quince minutos. Lo dejamos enfriar y le vamos sacando la carne con mucho cuidado de que no nos vayan trocitos de cáscara. La reservamos en un recipiente junto al caldo (escurrido) y los corales del caparazón.
Ponemos la mantequilla en una sartén, cuando empiece a derretirse añadimos la harina mezclamos con la mantequilla y removemos hasta que estén bien integradas. Dejamos cocinar dos minutos sin dejar de remover.
Mezclamos el agua de cocer el centollo con la leche y echamos en la sartén sobre la harina y la mantequilla removiendo sin cesar con un batidor hasta que hierva y se espese.  Añadimos el centollo que teníamos reservado, la pimienta y cocinamos un par de minutos más, siempre removiendo con el batidor.
Probamos de sal, si falta le ponemos aunque el agua y el centollo ya llevan y puede ser suficiente.
Vertemos en una fuente y esperamos hasta que la masa  esté bien fría.
Vamos cogiendo pequeñas porciones, las pasamos por huevo bien batido y por pan rallado, apretando un poquito con las manos para que quede bien adherido.
Las guardamos en la nevera y cuando llegue el momento de freírlas lo haremos en aceite bien caliente y friendo poca cantidad de cada vez, para evitar que se enfríe demasiado el aceite y se abran las croquetas.
Servimos calientes.