La salsa brava es muy típica en las tapas españolas, unas patatas bravas son casi siempre bien recibidas, aunque en muchos lugares las acompañan de salsa de tomate picante en lugar de una verdadera salsa brava.
Ingredientes:
3 cucharadas de aceite de
oliva
1 diente de ajo
1\2 cebolla
1 guindilla
1 cucharada de
harina
1\2 cucharadita de café de
pimentón (dulce o picante)
100 ml. de caldo de pollo
1 cucharada de vino blanco
3 cucharadas de salsa de
tomate, si no tenemos, tomate frito (opcional)
1 pizca de orégano
(optativo)
En una sartén ponemos el
aceite con el ajo, la cebolla y la guindilla picados, pochamos a fuego lento
sin que tomen color y añadimos la harina, dejamos freír un minuto dándole
vueltas y añadimos el pimentón, el caldo, el vino blanco, el orégano y la salsa
de tomate. Removemos sin parar hasta que se espese. Dejamos cocinar cinco
minutos, removiéndola para que no se pegue al fondo y la pasamos por un colador
con el fin de que se queden allí los restos sólidos.
Servimos en salsera o por
encima de los alimentos que queremos salsear.
Lo más tradicional es
servirla con patatas fritas cortadas en dados (patatas bravas).
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