La aguja de cerdo es una carne muy apropiada para asar, tanto en el horno como en una cazuela.
Resulta muy adecuada ya que al tener hueso y grasa intercalada, es lo que hace que nos quede una carne tierna y jugosa.
Ingredientes:
1,5 kg. de aguja de cerdo en un trozo
5 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla
4 dientes de ajo
1 zanahoria grande
1 cucharada de pimentón dulce
Orégano
Pimienta negra
Sal
4 patatas medianas
Ajo en polvo
Cayena molida (opcional)
Retiramos el hueso de la aguja y la bridamos para que no pierda la forma.
El hueso lo podemos conservar en el congelador para otra ocasión en la que nos sea útil, o podemos trocearlo e incorporarlo en este mismo plato con la carne para que le dé más sabor.
Con dos o tres horas de antelación, o incluso el día anterior, la adobamos con sal, pimentón, pimienta, ajo en polvo y orégano. Reservamos en la nevera hasta el momento de cocinarla.
Ponemos una cacerola al fuego con el aceite y sellamos la carne por todas partes, añadimos los 4 dientes de ajo pelados y cortados a la mitad y la cebolla en juliana.
Cocinamos un par de minutos y ponemos el vaso de vino y dos vasos de agua, cuando hierva lo dejamos a fuego muy suave durante 45 minutos, le damos la vuelta y cocinamos otros 45 minutos más.
Retiramos la carne, desengrasamos la salsa retirando el aceite que tiene en la superficie, añadimos las rodajas de zanahoria y dejamos reducir.
En un recipiente para horno ponemos unas patatas cortadas en trozos grandes, las aliñamos con sal, ajo en polvo, cayena molida y rociamos con un poco de aceite del que retiramos de la salsa.
Las introducimos en el horno a 200º y cuando estén a medio hacer colocamos la carne con ellas, la rociamos también con el mismo aceite y dejamos que se acabe de dorar.
Dejamos reposar unos minutos y procedemos a trinchar la carne y llevarla a la mesa, en esta ocasión acompañada de las patatas, las rodajas de zanahoria y pimientos del piquillo.
Salseamos o llevamos la salsa a la mesa en una salsera.